XXV

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HAYLEY

Cierro el libro después de terminar de leer el último capítulo. Le dejo sobre mi cama y acaricio la portada distraídamente mientras paseo mi mirada por mi habitación. La detengo justo en la chamarra que permanece colgada en la silla de mi escritorio y suelto un suspiro mientras me recuesto en la cama, apartando el libro. Después de que Luke se fuera de mi casa, dejándome sola, mi cerebro comenzó a enviarme recuerdos de lo ocurrido en el automóvil de Calum, así que decidí bloquearlo enfocándome en la lectura.

Había funcionado. Había logrado sumergirme tanto que terminé el libro en cuestión de horas. Pero ahora, la realidad me golpea en el rostro, burlándose de mí. Me pongo de pie, tomando el libro para colocarlo en el librero. Acaricio el lomo de otros libros mientras me doy valor y camino despacio hacia el escritorio. Paso las yemas de mis dedos por el cuello de la chamarra, despacio. Calum, Calum, Calum...

Coloco ambas manos sobre la parte de los hombros de la chamarra y suelto otro suspiro. ¿Había estado bien pedirle que se fuera anoche? Acaricio la tela de la prenda, como si hacerlo me ayudara a pensar mejor. Ni siquiera me avisó cuando llegó a casa. Giro la cabeza hacia la mesita de noche, sin apartar mis manos de la chamarra, para mirar el celular que se encuentra ahí. ¿Debería escribirle? Quizá sólo para saber que se encuentra bien. ¿Tengo permitido hacerlo?

Me aparto de la silla, dejando que mis dedos se deslicen despacio por la tela mientras me alejo. Me acerco a la mesita para tomar mi celular. Visualizo un par de mensajes de Luke al desbloquear la pantalla, nada más. Me paso los dedos por el cabello intentando mantenerme calmada. Quizá simplemente sigue dormido. Había sido una noche muy larga. Mi mirada se dirige a la parte superior de la pantalla para ver la hora: 13:24 p.m y bloqueo la pantalla, dejando el aparato de nuevo en la mesita.

Observo el celular mientras me mordisqueo la uña del pulgar. Sé que debo hablar con Calum sobre lo que ocurrió. Sé que merece que le diga porque reaccioné como reaccioné. Pero no dejo de pensar en que, si quizá la situación de hubiese dado en otras circunstancias, le hubiera permitido a Calum seguir. Estoy convencida de que, si su acción no hubiera estado influenciada por la presencia de Michael, le habría permitido a Calum llegar hasta donde quisiera. Le permitiría cualquier cosa.

Tomo el celular, dispuesta a escribirle, pero cuando abro su chat y visualizo el «escribiendo...» justo debajo de su nombre, lanzo el aparato a mi cama. ¿Por qué está escribiéndome? Miro ansiosamente el aparato esperando a que la pantalla se ilumine notificando un mensaje nuevo. Los minutos siguientes me parecen una eternidad. Cuando la pantalla por fin se ilumina, me aparto de la cama, con el corazón acelerado. Miro como la pantalla se apaga, poco a poco. Cuento hasta treinta en mi mente mientras me acerco a la cama. Cuando llego al final del conteo, tomo el aparato y desbloqueo la pantalla. El nombre de Calum me da la bienvenida.

«Hayley, lamento escribirte bajo estas circunstancias...»

Dejo el celular en la cama, nuevamente. «No luce como un mensaje referente a lo ocurrido anoche» pienso mientras me mordisqueo la uña del dedo meñique izquierdo. «¿Habrá sucedido algo?» la idea de que Calum pudiera necesitar ayuda se instala en mi mente de inmediato. Tomo el celular y lo desbloqueo, entrando a la aplicación de mensajes, decidiendo que, si no es un asunto de vida o muerte, ignoraré el mensaje.

Calum at 13:30:
Hayley, lamento escribirte bajo
estas circunstancias.
Sólo quiero ofrecerte una disculpa
y hacerte saber que estoy
completamente dispuesto a hablar
sobre lo ocurrido,
si es lo que quieres hacer.
Sé que quizá en estos momentos
quieres tu espacio. Lo entiendo.
No tenemos que hablarlo ahora.
Puedes tomarte el tiempo que necesites.
Sólo dime, por favor, si estás bien
o debo odiarme a mí mismo
por arruinar lo que estábamos teniendo.

Lost in Reality//Calum Hood//Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora