Lost in Reality//Calum Hood//Nueva Versión

tres

LUKE

[14/11/15]

Me limpio las manos en el pantalón después de haber tocado el timbre. Intercambio el peso de mi cuerpo de un pie a otro mientras intento convencerme de que todo va a salir bien. Escucho unos pasos en el interior de la casa y, cuando la puerta se abre, una mujer idéntica a Diane aparece. Una sonrisa de nerviosismo se instala en mi cara.

—¿Se encuentra Diane? —le pregunto a la mujer, quien me mira de pies a cabeza. Mi corazón se acelera mientras espero una respuesta.

—¿Quién la busca? —me pregunta mirándome a la cara.

—Luke —respondo obligándome a no perder la compostura—. Luke Hemmings.

—Aguarda un momento —me dice la mujer mientras entrecierra la puerta. Escucho que le llama a Diane y yo siento mi corazón latir velozmente.

La puerta se vuelve a abrir, momentos después, dejando ver a la hermosa chica que conocí en la fiesta de Ashton. Está vestida con un pantalón negro de mezclilla y una playera de Queen. Me sonríe a modo de saludo dejándome pasar al interior.

—¿Qué haces aquí? —me pregunta mientras me invita a tomar asiento en uno de los sillones de la sala.

—Quería verte —respondo nervioso.

Observo como la madre de Diane nos observa desde la cocina y luego la llama para platicar un momento. Las escucho discutir sobre mi presencia en la casa mientras me mordisqueo la perforación que tengo el labio. Diane intenta explicarle que me ha conocido en la fiesta de Ashton y su madre me lanza una mirada. Yo finjo no prestar atención a lo que dicen mientras observo unas fotografías que hay colgadas en la sala. Son de Diane cuando era más pequeña.

Después, Diane se aclara la garganta para llamar mi atención y yo me pongo de pie al notar que viene acompañada de su madre.

—Madre, él es Luke —dice ella presentándonos—. Luke, mi madre.

Tomo la mano que la mujer me ofrece y la saludo con una sonrisa.

—Un gusto —digo y agrego—: Lamento haber venido sin previo aviso, señora.

—No te preocupes, Luke —me responde soltando mi mano—. Soy Olivia, por cierto. ¿A qué debemos tu visita? —pregunta la mujer mirándome y yo poso mis ojos en Diane brevemente.

—Vengo a preguntarle a Diane si gusta acompañarme a comprar unas cosas —explico ante la atenta mirada de la mujer—. No vamos a tardarnos.

Diane mira a su madre.

—¿Qué cosas? —me pregunta la mujer ignorando la mirada de su hija.

—Ah, un amigo mío se mudó hace poco y me pidió que consiguiera algunas cosas para su departamento... —vuelvo a explicar para después mordisquearme la perforación.

—De acuerdo —dice la mujer—. No regresen muy tarde y coman algo.

Diane le dice que sí y me pide que espere en lo que va a su habitación por su bolsa. Cuando regresa, observo que trae consigo un morral hecho de varios pedazos de tela cosidos. Nos despedimos de su madre y salimos de su casa.

—Lo de ir por cosas para tu amigo es mentira ¿cierto? —dice Diane una vez que nos encontramos lo suficientemente lejos de su casa.

—¿Fui muy obvio? —le pregunto metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón

—Sólo para mí —responde—. La próxima vez que quieras salir conmigo, mándame un mensaje. Para eso te di mi número.

—¿Estuvo mal que viniera sin avisar? —le pregunto sintiéndome estúpido. Ella niega con una sonrisa.