alexis no era una persona que odiaba las jodas, pero si estaba odiando esta.
un ambiente llenó de negros, turros y villeros no era su cosa. pero se la había bancado porque no le quedaba otra, y amaba demasiado a sus amigos como para decir que no.
se encontraba en el baño, atrapado en un cubiculo, sus auriculares en los oídos, mientras se quedaba mirando un vídeo cualquiera.
todos se habían ido, cada uno a chamuyar, mientras él, no era abierto a estar con gente pobre y que no estudiaba, así que no le daba ni ganas de meterse con nadie. prefería estar solo, que mal acompañado.
la música le estaba reventando los oídos, y sobrepasaba las voces que hablaban en sus auriculares.
de repente, vió los pies de alguien parado afuera del cubiculo y escuchó como tocaban la puerta rápidamente. encima, había empezado a gritar.
—che forro hijo de mil puta, abrime la puerta me estoy meando. ¡quiero seguir boludeando pelotudo! —gritó el pibe que estaba afuera. alexis rodó los ojos. —¿para que carajo venís si te quedás en el baño? volví varias veces y seguís acá pedazo de pelotudo.
alexis no se bancaba los insultos, pero como eran de un pobre, le importó un poco menos. igual no dudó en contestarle.
—¡salí de acá idiota! no rompas las bolas.
—¿para que carajo venís si no haces nada?
—vine a hacerle la gamba a mis amigos pero me dejaron al toque. no me gusta el ruido, y hay un montón de gente y lo odio.
—amigo, acabas de describrir una joda. —bufó la persona afuera. —también vos tenete un poco de empatía y deciles a tus amigos que no querés venir si no te gusta.
alexis se encogió de hombros incluso cuando no podía ver al otro.
—lo disfruto, pero esta no me gusta. hay gente que me da medio cagaso. —explica. —normalmente estamos en un yate (🤌🤌) o un lugar privado, no acá.
—ah, pero ya entiendo yo donde esta el problema. —dice la persona de afuera riéndose. —sos un chetito de mierda, ¿no? esos que fueron toda su vida a escuela privada con uniforme y que papá siempre pagó por tus estudios, ¿o me equivoco?
alexis se quedó callado, por lo que eso le dió la respuesta al de afuera.
—ahora entiendo.
—igual no me conocés. yo sigo viviendo con mi familia y de verdad me esfuerzó para llegar acá.
—la cosa es que incluso si no te esforzaras tenés la vida resuelta. y eso no lo tienen todos.
—aún asi me juzgas de primera por tener plata sin conocer mi mérito.
—vos tampoco sos un santo. si ya se te vé que con alguien como yo no te juntarías ni en pedo. si sos un cheto.
alexis rueda los ojos, pero termina por sonreír. le da un poco de gracia esta situación, le gusta de alguna manera estar hablando con alguien.