Proceder a este capítulo con precaución.
Al principio hay una escena medio fuerte de agresión contra un personaje, así que tengan cuidado, porque quizás es algo que no les gusta leer. No hay mucha descripción gráfica, pero no deja de ser una escena fea.Si quieren saltear esta escena, empiecen en el asterisco (*)
Gracias.
Domingo 31 de Octubre
—¿Jules? —Phil gritó entre toda la gente.
Julián había vuelto a un buen estado de sobriedad. Entendía más, y hacía rato que no tomaba nada, sobre todo porque antes se había sentido a punto de quebrar y no quería que eso pasara.
—¿Yes?
—I'm going to the washroom. —Dijo Phil, comunicándole que iba a ir al baño, como para decirle que se iba a quedar solo un rato.
El cordobés asintió, pero antes de que se vaya, agarró el tirante de adentro de la campera de Phil y lo trajó hacia él. Planto un beso en sus labios, los cuales se convirtieron en dos, y después tres, y finalmente lo dejó ir.
Suspiró con aire soñador, desde que había besado a Phil sentía que no había nada mejor que eso.
Enzo había tratado de hablar con él, pero se escapó rápidamente. Él no estaba para hablar con él, ¿no se daba cuenta de que había besado a Phil? ¿No se daba cuenta de que si él se acercaba, quizás cambiaría de opinión y se arrepentiría?
No quería hablar con Enzo. No se lo iba a permitir.
Eventualmente, se encontró en el medio de todo un salón con gente bailando. Él intentaba seguir la corriente, pero su objetivo era llegar hasta la mesa para comer algo. Solo había bajado puro alcohol, y tenía el estómago vacío.
Sin embargo, entre todos alrededor de él, sintió como alguien le agarraba el culo, y se asustó.
Saltó en el lugar, con ganas de mandar a cagar a aquel que lo haya agarrado. Se dio vuelta, encontrándose con un chico bastante alto y rubio, disfrazado de Luke Skywalker de Star Wars.
—Che, ¿qué haces, pelotudo? —preguntó, mirándolo con ira.
—Uy, ¿te enojaste? —preguntó el chico, girando la cabeza sobre su propio hombro. Lo acercó, agarrándolo por la cintura. Julián intentó pegarle a una de las manos que se ponían sobre él, pero el otro fue más rápido y la interceptó. —Mira, no podés andar por acá vestido así. Provocas a un par, encima con ese culo que tenés...
Julián hizo una cara de asco, y por un momento, sintió que la mano en su cintura bajaba más abajo. Volvió a manotearlo, intentando sacarlo de encima.
—Dale, no seas caprichoso. —Se quejó el otro.
El cordobés no entendía. Había millones de personas alrededor de ellos, ¿no había uno que se metiera y dijera, che, no da?