Tu silencio, ese silencio me mata tan lentamente que hasta parece darme una esperanza de vida.
Aún seguía usando ese horroroso vestido blanco de rodillas ante un altar pidiendo por el descanso de mi alma, a mi espalda escuché el crujir de una puerta y me cego una intensa luz. Me levanté tambaleando y la seguí muy de cerca hasta pasar al otro lado, cuando bajo su intensidad me sorprendieron los rayos del sol y al dar un paso resbale al pisar algo resbaloso.
Acerqué mi mano y un intenso frío recorrió todo mi cuerpo, era un corazón de cristal lo sostuve con ambas manos y brilló intensamente pero empezó a arder hasta convertirse en un corazón de fuego lo solté por inercia y los pedazos cayeron por todos lados a mi alrededor convertidos en llamas que poco a poco se iban acercando a mi.
Aterrada comencé a correr sintiendo ya las llamas pisando mis talones enredadas en mi vestido, sentí el último latido de mi corazón al caer por un precipicio...
Desperte exaltada bajando rápidamente de la cama con las manos temblando y el corazón acelerado ¿Dónde me encontraba? Negué frenéticamente al reconocer la mismas miserable habitación donde había pasado las últimas frías noches en miseria.
- J-jose - Miré a mi alrededor con los ojos empapados al recordar lo que pasó la noche anterior.
Fui bajando la mirada lentamente viendo que aún tenía el maldito vestido ese que tanto dolor me había causado, corrí hacia las gavetas y empecé a buscar sin control unas tijeras lancé todas esas malditas porquerías al piso hasta hacerlas pedazos.
- ¡Estoy harta! ¡Harta de estar fingiendo una vida perfecta!
Mis manos temblaron al verla entre ellas caí al piso enredada entre la falda y empecé a romperlo con mis propias manos, con las tijeras, pedazo por pedazo hasta arrancarlo de mi piel por completo.
Me miré en el espejo y quité a la fuerza el maquillaje de mi rostro con las lágrimas bañandolo, limpiando todo rastro de suciedad que yo no soportaba. Me daba asco la persona en que me habia convertido, no soportaba ver mi rostro.
- ¡Maldito! ¡Algún día pagarás todo lo que nos has hecho!
Arrastré las sábanas fuera de la cama y las bolsas de regalos rompiendo todo hasta saciar la sed de mi rabia, mi agonía, hice añicos el velo y todo lo relacionado con la boca. Hice hasta lo imposible por quitarme el anillo y lo lancé por la ventana.
- ¡Juro que te arrepentirás de todo esto!
Caí de rodillas en medio de ese caos, todo destrozado, roto, desecho y vacío así como estaba yo. Pasé mi mano por mis labios retirando ese asqueroso labial, me levanté lentamente hasta llegar al baño y terminar de retirar lo poco que quedaba sobre mi.
Sentí el agua fría recorrer todo mi cuerpo ye deslicé por la pared hasta quedar en el piso con mi cabeza sobre mis piernas, el ruido de ella al caer escondía mi llanto, mis gritos, mi profunda tristeza.
Me sentía totalmente desecha, obligada a tener que enterrar mi corazón por salvar a mi familia y no me arrepentía pero dolía demasiado nadie dijo que no fuera a doler y lo hacía de una manera que no podía soportar.
Salí de la ducha e intenté buscar algo de ropa pero todo estaba tan desecho que era casi imposible, lo único que pude conseguir fue un conjunto de pijama olgado. Me quedé escondida en una esquina ¿Qué más podía hacer? No era capaz de darle al mundo lo que quería.
Pero ni siquiera me era permitido estar sola pues la puerta se abrió de golpe y un grito de horror llegó hacia mi. Sentí como me tomó de los brazos obligandome a levantarme.
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LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)
RomanceMi vida se destruyó en el momento que la mire y sus ojos estaban vacíos, ¿La había perdido? ¿Que pasaría con nosotros? cuando mi vos, mi rostro y absolutamente todo era ajeno para ella; mi mundo se cayó en pedazos cuando tuve que soportar verla en b...