(52) Bajo el mismo techo

17 3 6
                                    


Ya no respiraba, no dormía, no era yo, era un desastre emocional, un caos constante, no podía sentir. No podía vivir.

POV. José

Las horas se esmeraban en pasar más lentas desde la última vez que la ví y cada segundo que pasaba se me hacía eterno.

Me dolía el pecho me duele el corazón al saber que ella sufre y no puedo detener ese padecimiento, ese sentimiento tan funestre terriblemente doloroso.

Dejé en el escritorio el papel que he leído más de diez veces y no me puedo concentrar la noche llegó tan rápido y no puedo esperar para verla a pesar de la maldita tormenta que hay ahí a fuera.

A ella no le gustan las tormentas y al instante de llegar ese pensamiento a mi mente siento las ganas de estar cerca de ella y protegerla hasta de sus propios miedos.

Retiro mi bata y la dejo caer donde sea de camino las enfermeras me hablan, me preguntan pero ni siquiera las puedo escuchar soy un zombie que está muriendo lentamente.

Manejo hasta su casa o al menos dos cuadras antes pues no quiero ser descubierto y amanecer en la cárcel por su puesto lejos de ella y no, ese no es un lujo que me quiero dar.

Cierro con seguro el coche e inmediatamente siento los torrentes de lluvia caer sobre mí, las olas del mar arremeten con fuerza contra la arena tan solo de ver la tormenta imagino todo el caos.

Subo por su balcón y los truenos hacen más espantosa la oscura habitación. Entro pero no la veo en la cama mis pies chocan con algo y me bajo para tomarlo en mis manos.

Una botella.

Enciendo las luces y siento su cuerpo chocar con el mío.

- ¡No hagas eso no enciendas las malditas luces! ¡No quiero ver nada! ¡No quiero sentir nada!

Quedé petrificado al escuchar la desesperación en su voz, el dolor en sus palabras y me llené de terror al verla en un estado tan deplorable.

Sus débiles brazos intentaron pegarme sostengo sus manos con la derecha levanté su mentón.

- Kathia qué ha pasado, te han echo daño

- No te preocupes nada de esto me duele.

Revisé parte de su cuerpo tratando de encontrar una razón lógica para todo lo que estaba viendo las cortadas, las manchas de sangre en sus pies y brazos.

Su cuerpo no dejaba de temblar con cada ruido de la tormenta la abracé intentando no lastimarla más.

- Que está pasando princesa quién te hizo todo esto solo dime y te juro que le haré pagar cada una de tus lágrimas.

Su llanto era tan fuerte que las palabras se trabaron en su garganta y sentí como se destrozó todo dentro de mí al verla así.

-Me quiero morir ya no soporto más y no quiero saber más no vale la pena vivir así ¡No quiero una vida tan mierda no la quiero! Debí morir en ese accidente.

- Por favor no digas eso te lo ruego princesa mírame - levanto su barbilla - no voy a dejarte caer nunca, estuve, estoy y estaré siempre aquí y no te dejaré morir por que yo no puedo vivir sin ti.

No soy débil por llorar delante de una mujer aunque solo ella, Marcus y mi madre me han visto así. Y no puedo evitarlo ahora, tengo en mis brazos a una niña que nació sin saber que su llegada al mundo sería un caos hasta para ella misma.

Ya no sé qué hacer, he intentado todo para que esté bien y otros se encargan de hacerla mierda otra vez.

Me alejo y me quedo pero nunca completo su felicidad por que siempre la destruyen y a pesar de todo aquí estoy y aquí seguiré para ella.

LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora