(73) Un sueño vivido

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Mi destino eres tú, aunque intenten romperlo una y mil veces estaré justo aquí.

Era extraño, justo estaba despertando y lo hacía de una forma en que hace años no sentía, me sentía tranquila, en paz como si todo el caos hubiera quedado bajo tierra.

Toqué el otro lado de la cama y no encontré nada ¿Dónde estaba? Bajé de la cama y me coloqué el camisón sobre la pijama, eché mi cabello hacia atrás y tomé el teléfono.

Eran las seis y media de la mañana abrí las cortinas y Vi los reflejos del amanecer y ubiqué algo más. Él, sentado en el jardín con su cabeza recostada de una cómoda silla con sus ojitos cerrados.

Salí de la habitación y pasé por todas las demás, algunas estaban vacías por que Lucy y Sofía se acomodaron en la primera planta por lo delicado de sus embarazos.

Pasé a la cocina y ya estaban preparando el desayuno preparé una taza de café con dos de azúcar y un poco de limón (Si algo demasiado extraño) pero esos eran los gustos de mi futuro esposo.

Salí y caminé por varios pasillos hasta llegar a la puerta principal y abrirla con cuidado, bajé los escalones y rodeé unos árboles que decoraban el jardín.

Me acerqué a él por detrás y dejé la taza de café sobre la pequeña mesita blanca. Pasé mis brazos por su cuello y escuché una risita escaparse de sus labios.

- Un angel viene a darme los buenos días - Tomó mi mano llevándome hacia el

- Y te trajo café - reímos - Cómo te sientes, por qué saliste de la cama tan temprano.

- Siempre despierto temprano - Tomó la taza dándole un sorbo - Creo que todo lo que ha pasado me mantiene inquieto, alerta no sé.

- En qué estás pensando - Me senté sobre sus piernas y acaricié su cabello

- Tu papá, Kiro... El mundo - Dijo esas palabras sin mirarme a los ojos y me preocupó - Ahora que siento esta calma, solo me provoca más miedo.

- Me sorprende - Hale de su cachete - Creí que a los héroes no les daba miedo - Sonreí para darle ánimos aunque yo también me sentía aterrada...

- Te he dicho hoy que estás hermosa - Negué moviendo mi cabello - Pues, hoy superas a todas las bellezas que he conocido.

- ¿Disculpa? Bellezas - Le pegué en las costillas y se quejó - Perdón, pero tú te lo buscaste.

- Kathia, si sabes que nos queda un mundo por vivir ¿Qué estamos haciendo aquí? De verdad no tiene sentido.

- Esperando a que mejores, te acaban de sacar una bala de ahí tonto.

- Sabes que ya estoy mejor - Se levantó de un salto y me cargó en brazos a pesar de que le dije que me bajara por su herida - Vamos a cambiarnos.

- ¿Por qué? A dónde iremos...

- No hagas preguntas, solo haz lo que te pido por favor. - Asentí haciendo una mueca y revolvió mi cabello en toda mi cara.

Volvimos a la habitación y por supuesto ya estaba arreglada por que aquí no se perdía tiempo. Estábamos frente al espejo, nos fuimos quitando la ropa lento, acariciando cada una de nuestras cicatrices que eran muchas.

Llevabamos en nuestros cuerpos la lucha por nuestras vidas, las heridas de nuestras almas y ese amor invencible de nuestro corazón que nada podía derrumbar.

Besé su espalda mientras el entralazaba nuestras manos sobre su pecho. Entramos a la ducha y me abrazó, besó mi frente y cada partecita de mi cuerpo, mi alma, limpié y curé sus heridas con las lágrimas de un choque de realidad que brotaba de mis ojos.

LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora