(9) El calor de las celdas

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Ella era inocente, sin embargo sin memorias descubrió que aunque no lo sabía algo ahí dentro quería salir.

Ya todos estábamos más nerviosos de lo normal aunque no había pasado mucho tiempo aún los chicos no sabían que diablos hacer.

¿Era tan fácil irnos y dejar sus cuerpos tirados como perros? Y si escapamos realmente a donde podríamos ir. Yo no podría desaparecer por mucho tiempo.

La chica se retira dejándome sola, escuchamos ruidos de sirenas por todos lados.

- ¡Quién diablos llamo a la policía! - grita Lucas corriendo hacia mí

Me toma del hombro y corremos hacia las motos saliendo a toda prisa del lugar con ellos casi encima de nosotros.

Un amigo suyo gritó detrás que se detuviera lo peor de todo es que, al mirar al frente venían más patrullas.

¡Estábamos acorralados!

Las patrullas frenaron en frente y detrás rodeandonos a todos, delante de ellos y detrás del precipicio.

Lucas se quitó rápidamente la capucha y me la puso pero cómo diablos iban a impedir que alguien me reconociera por que alguien estaba grabando.

Miré hacia atrás y la morena me miró confundida y de manera sospechosa negandoz su rostro se iba desgarrando de rabia mientras más me observaba.

- ¡Trajiste a una niña de papi a este lugar Lucas! ¡Maldito en qué nos has metido!

Si eso debería decirlo yo.

- ¡Ahrre chavales! - Grita uno y enciende su moto

Muchos lo siguen e intentan burlar a la policía dando vueltas alrededor de las patrullas.

Pero es demasiado tarde, no había espacio por dónde pudieran escapar en las motos a menos que saltaran por el enorme precipicio.

Lucas tomó mi mano intentando correr pero un ruido metálico nos detuvo en seco.

- ¡Alto ahí o les vuelo la cabeza!

Damos la vuelta con las manos arriba y dos policías nos esposan ¡Maldita sea! Cómo pensaba resolver esto corriendo, solo arriesgándose a que nos mataran.

Estoy más que segura que los policías no tiene piedad con las personas que hacen este tipo de cosas y aquí estoy yo metida de cabeza.

Nos entraron en los coches mientras los otros persiguen a los demás. Miro de reojo a Lucas que estaba totalmente neutro fijo en el frente.

¿Que pasará con nosotros? Dios es la pregunta más estúpida que he echo jamás, iremos a prisión eso era más que obvio.

Nos adentramos a la cuidad llegando al destacamento policial de esta.

- Jefe tenemos dos ratas aquí - nos empuja el policía

- Llevenlos a ya saben donde para que nos rindan su declaración allá los alcanzo.

Nos dividen y me llevan a por otro lado, abren la puerta y entramos a un cuarto una mesa, un enorme cristal y una lámpara encima de mí cabeza esposada y sentada frente a ellos.

La puerta vuelve abrirse y entra un señor con una seriedad que abruma una fea barba y una mirada retadora con una expresión de cansancio en su rostro que poco a poco iba cambiando a furia.

Coloca sus manos en la mesa, y se baja un poco, me observa detalladamente y sonríe arreglando su traje.

- Por qué siento que esto no será fácil, señorita.

LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora