LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)

(35) Renacimiento

.
Renaciendo de entre las cenizas igual que el fénix a pesar de morir y caer una y otra vez, se vuelve a levantar aún con las fuerza.

Hoy tengo una nueva oportunidad para cambiar todo y obtener cada cosa que deseo y jugar las cartas a mi manera.

Hoy vuelvo a renacer y mis alas despliegan como diosas dándome fuerzas para soportar toda la tormenta que viene.

Mi corazón no sería capaz de mentirte y solo me dió fuerzas para levantarme pero en ningún momento ocultó que en realidad, aún estamos en medio de una guerra.

El tiempo de sanación, de recuperar lo que en verdad soy fue un momento en pausa, sin embargo, todo continúa.

¿Que si tengo miedo?

Pues no, viví tanto tiempo encerrada, cohibida de mi misma que nunca me dí la oportunidad para sentir el miedo en todo mi ser, mi corazón, mis emociones mi alma fueron destrozados en una cajita de cristal que explotó e intentó acabar conmigo.

No volveré a caer, no volveré a dudar y menos a confiar por que cuando entregas todo sin medir condiciones recibes nada sin restricciones.

Me miré en el espejo encontrándome con la real, la que estuvo tanto tiempo perdido y me di cuenta de que simplemente es una pieza que encaja perfecto.

Que nunca dejé de ser yo.

- Kathia, hoy puedo nombrarte sin odiarte te pido perdón y eres la única que tendrá un momento tan especial, olvidé que eres una parte de mí y empecé a odiarte en busca de mil respuestas que tenía en frente pero desde hoy somos una, tu tan buena y llena de alegrías, y yo, soportando el odio hacia el mundo y todo aquel que nos hizo daño; pero tranquila hoy empieza una nueva etapa para nosotras y juntas vamos a luchar hasta encontrar toda la verdad y dejar ése infierno de mentiras en el pasado.

Ahora éramos dos, porque aunque mis recuerdos estaban de vuelta, una de esas personalidades se ocultó en lo más profundo negada a salir.

Dejando atrás mis sensibles pensamientos salgo del baño y envuelvo mi largo cabello en una coleta que llega hasta mí espalda baja.

Encima de las sábanas blancas posa una hermosa rosa roja que me ha acompañado durante estos últimos dos años, la tomo entre mis manos cuidadosamente e inhalo el increíble aroma de cada uno de sus pétalos.

Me dejo caer en la cama desarreglandola un poco pero no me importa al fin puedo sonreír de una alegría inmensa, hoy podré ver el sol más allá de las cuatro paredes de esta habitación.

El mundo me estaba esperando ahí afuera.

Hoy dejo el psiquiátrico.

Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos y dejando la rosa a un lado me pongo de pie encaminandome a la puerta la cual abro después de arreglarme un poco.

Su silueta entra por la puerta y abre los brazos con una hermosa sonrisa en su rostro.

- Buenos días hermosa - sonrío y correspondo a su abrazo - hoy dejas el todo, ¿Cómo te sientes?

- Si supieras que justo hoy me siento feliz, plena, siento un éxtasis recorrer cada parte de mi ser - hago una pequeña pausa - pero también estoy nerviosa, no sé qué me espera ahí a fuera

Sus fuertes brazos me rodean una vez más y aunque tiene una sonrisa pintada en su rostro, su mirada no miente, puedo notar la tristeza ahí dentro.

- No temas - tomo mis manos y caminamos hasta la cama - ya eres otra, o al menos puedes controlar tus emociones sobrellevando la realidad de que hay dos personalidades dentro de ti