(13) Un arrebato de locura

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Los torrentes de lluvia deberían llevarse todo lo malo, la tristeza el dolor y las lágrimas pero en ciertas ocasiones solo crea una tormenta más grande.

Despues de esa noche desperté un poco mejor aunque muy aturdida pero no me podía dejar vencer tan fácilmente.

Recuerdo que un día como hoy, domingo tenia cita con el psicólogo y debo volver aunque la haya perdido pero estoy segura de que me recibirá.

Ver el mar, la vista más hermosa y más caótica dentro de mí, ¿Por qué? Eso es lo que quiero saber y estoy segura de que no me quedaré con las dudas.

Le doy una última vista al hermoso jardín y me pongo de pie para subir a mi habitación. Paso antes por la cocina y dejo lo que usé.

- ¿Por qué no fuiste a la universidad hoy hija? - pregunta calmadamente

- Después de lo de anoche no me siento muy bien y preferí ir al psicólogo, además es domingo esas prácticas puedo hacerlas luego.

- Eso te hará bien me alegro de que pienses más claramente - Me regala una sonrisa sincera y casi se la devuelvo pero me salió una mueca

Termino de subir a mi habitación, de inmediato entro a la ducha y en 10 minutos termino secando mi cuerpo y soltando mi cabello.

Me visto con un jeans negro, una blusa corta y unos botines negro, dejo mi cabello suelto y coloco un reloj blanco en mi muñeca izquierda.

Tomo mi bolso algo de dinero y salgo de casa. Al llegar a la calle pido un taxi y le paso la dirección del doctor.

Debería manejar un día de estos aunque no tenga ni idea de si tengo ese conocimiento. El trayecto hacia el lugar fue tranquilo, era temprano así que había movimiento de personas por todos lados.

(.....)

Al llegar me quedé un momento afuera, recordando la última vez que lo ví echa un mar de lágrimas y muriendo de pánico. Espero que no se haya quedado con la imagen de que soy una loca.

El arrebato de esa noche es por que es la única persona que me ha entendido, quizá por que es médico y era su trabajo pero me daba confianza.

Solo espero no haber causado una ruptura entre el doctor y esa chica que estaba cuando yo llegué.

Llego hasta donde la secretaria y le pregunto sobre el doctor pero me informa que no se encontraba pero dejó una nota para cuando yo volviera.

La tomé y la abrí.

Saludos Kathia, hace tiempo que no vienes a las citas llamé a tus papás y me dijeron que te diera tiempo, que en su momento volverías. Fue como una prueba de ellos, he remodelado mi casa para realizar las terapias luego te cuento. Te espero en casa.

Agradezco a la chica y salgo en dirección a ese lugar que me daba más nervios aún. Dios como la cagué cuando fui a su casa.

Tomé otro taxi y en menos tiempo ya estaba frente de su casa. Toqué el timbre y esperé unos segundos hasta que...

Escuché pasos arrastrarse hasta la puerta y veo girar el pomo de la misma con nerviosismo. Me sentía avergonzada demasiado debería decir.

- Sí que desea, ¡Oh Kathia - creo que vine en mal momento.

Estaba arrimado a la puerta con un short hasta las rodillas y el pecho desnudo, mis curiosos ojos bajaron hasta su abdomen y se quedé ahí unos segundos.

Cierra la puerta de golpe y me sorprendo por su actitud ¡A quién se le ocurre abrir la puerta semidesnudo! Dios estos hombres no tienen pero nada en la cabeza.

LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora