La típica frase "Nunca terminas de conocer a nadie" dividen caminos de verdad y salvación.
Mis ojos no daban crédito a lo que veían, mis manos seguían temblando y cerré los ojos tratando de asimilar, me levanté del piso y caminé lentamente hacia mi habitación, no la que compartía con el, la otra donde estuve desde el principio.
Quizá era una señal que mis cosas aún siguieran en ese lugar me recargue de la pared al sentir mi cuerpo tambalearse, unas rebeldes lágrimas volvieron a aparecer.
¿Hasta cuándo me seguirían mintiendo?
Sentí esa punzada en el pecho y un torrente de lluvia cayó nuevamente sobre mis hombros, tomé el teléfono y solo pude escribir un mensaje de texto porque mi voz se hallaba quebrada.
Invité a todos a cenar a mi casa, mi dulce hogar donde planeaba tener una hermosa familia y ese sueño se veía manchado por la mentira.
Vi mi reflejo y el reflejo de ese dolor en mi rostro. Tragué las espinas que nacían en mi garganta y entré a la ducha, lave mi cuerpo y el agua fría calmó toda esa rabia que sentía. Al salir me vesti con un vestido negro un dedo encima de la rodilla, unos tacones altos y me hice una coleta acompañado con unos pendientes de oro que me regaló mi padre hace mucho tiempo.
El perfume no pudo faltar, tomé mi teléfono y confirmé la asistencia de los invitados. Bajé a la cocina y ayudé a Sandra a preparar todo, pusimos la mesa y mientras buscaba la mermelada para las fresas escuché la puerta principal abrir.
- Amor, no te imaginas lo que me acaba de pasar.
Salí de la cocina y lo miré fijamente, pasó saliva y me miró sorprendido de los pies a la cabeza intentó acercarse y me alejé.
- Estás mojado, no quiero arruinar el vestido - Me miró extrañado pero se alejó - Qué fue lo que te pasó, tengo mucha curiosidad.
- Bueno venía y se me poncho una llanta cuando me encontré... ¿Estás bien? Te ves extraña, dime pasó algo.
- Sube a ducharte, tenemos visita y no tardarán en llegar.
Abrió la boca para hablar pero di media vuelta y volví a la cocina cerrando la puerta de golpe, debía aguantar solo un poco mas hasta tenerlos a todos de frente.
Terminamos los últimos detalles y puse dos vinos a enfriar. Me acomodé en la mesa y esperé, esperé y esperé hasta que el señor se signó a bajar, se acercó besando mi mejilla y lo asesiné con la mirada.
Se me quedó viendo con preocupación y yo tampoco le aparté la mirada en ningún momento hasta que el timbre sonó y Sandra se apresuró en abrir, las risas de todos llegaron hasta nosotros.
De inmediato, se puso de pie para recibirlos a todos sentí las miradas pesadas sobre mi pero me quedé en el mismo lugar, llevé una uva a mi boca y cuando mi hermano intentó acercarse levanté la mano en señal de que parara.
- Sandra, lleva a los niños a mi habitación ahora mismo - Gruñi - Es increíble que los hayan sacado de casa con este horrible clima.
- Kathia, cariño por qué estás enojada.
Me levanté dándoles la cara con una sonrisa falsa, con mis ojos llenos de lágrimas y las manos empuñadas hasta clavar las uñas en mi piel, pero aguante.
- Bienvenidos - Los miré directamente a los ojos a cada uno, notando su desconcierto - Vamos, pasen a la mesa.
Respiré profundo y volví a acomodarme en mi lugar tomé el cuchillo y corté la carne con brusquedad provocando un ruido incómodo sobre la cerámica. Todos se miraban entre sí, repetí el proceso una y otra vez hasta que mi hermana estalló.
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LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)
RomanceMi vida se destruyó en el momento que la mire y sus ojos estaban vacíos, ¿La había perdido? ¿Que pasaría con nosotros? cuando mi vos, mi rostro y absolutamente todo era ajeno para ella; mi mundo se cayó en pedazos cuando tuve que soportar verla en b...