LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)

(34) Corazón de chocolate

Quiero conquistar tu corazón con gotitas de chocolates, hacerte suspirar de dulzura y robarte de amor hasta la cordura.

Por ahora resolví algunas cosas, lo de Lucia y sus trampas va mejorando el abogado está en la cárcel mientras mi amigo se encarga de conseguir las pruebas necesarias.

Ojalá y se pudra en la cárcel.

Estaciono el coche del otro lado de la carretera y clarissa queda impresionada con la maravilla que tenemos en frente.

La fábrica de chocolate

Salimos del coche y espero a Alejandro que salga de su coche. Entramos juntos y saludo a todos para luego a pasar a las oficinas.

Antes pedí un informe de cómo va la empresa aunque no dudaba de que todo estaría en orden pero debo dejar todo listo para que Lucía no pueda aprovecharse.

- Señorita, - le muestro una foto - esta señora ha venido por aquí - niega con la cabeza - bien, procure que si viene no la dejen pasar

- Kiro - había Alejandro detrás de mí - no puedes hacer eso, ella aún es la esposa de ese hombre no podemos hacer nada

- ¡Pero es un fraude de todas maneras, fueron 10 millones, millones de dólares! - maldita frustración - ¿Sabes lo que costará recuperar todo eso?

Al menos espero que aquí no venga.

Nos quedamos trabajando unas horas más, en la noche fuimos a cenar y nos quedamos en un hotel cerca de la fábrica.

Pero no podemos quedarnos aquí, debemos volver a la cuidad hay mucho que resolver y tengo que visitar a Rolando y a Kathia.

Un día y medio después.

Después de pasar al banco a cobrar mi sueldo fui a casa, arregle algunas cosas y volví a salir.

En una sala de espera, los minutos se me hacen eternos esperando a Rolando, han pasado meses casi un año que no nos vemos.

Levanto la cabeza y lo veo caminar un poco animado su barba y su cabellera estaban largas su semblante triste y muy delgado.

Pobre hombre.

- Kiro, muchacho que sorpresa - me pongo de pie para saludarlo

- Rolando, ¿Cómo estás? - toma asiento frente a mí

- Bien, lamento ser así de directo pero las cosas no están bien, y vine lo antes posible para darle razones de la situación.

Tomo el botiquín del piso, después de ser inspeccionado por un guardia saco los papeles y se los entrego.

Su rostro palidece al leer todo lo que deje en sus manos.

- ¡Maldita mujer como pudo hacerme esto, no lo puedo creer! - se levanta exaltado.

- Y eso no es lo peor, - me mira preocupado - su abogado  se vendió con ella pero no se preocupe ya lo resolví, ese infeliz ya está en la cárcel posiblemente en esta

- Gracias Kiro, por cuidar mi empresa y el patrimonio de mis hijos por que a esa mujer nada le importa sólo ella misma

- No tiene nada que agradecer yo amo a su hija y a usted lo aprecio mucho es lo menos que puedo hacer

Me quedé alrededor de una hora, estuvimos hablando de sus empresas, de Kathia y de sus otros hijos.

Las cosas quedaron claras, me firmó otro poder general para que nadie más tenga acceso a nada de lo suyo, ni siquiera sus hijos pueden tomar grandes cantidades.