LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)

(66) Las reglas fuera del juego

Intenté seguir un camino y las reglas del juego cambiaron.

Seis meses más tarde...

POV José

El tiempo seguía pasando entre blanco y negro por que era lo único que veía. Seis meses más y así se completó un año, que era el tiempo que se supone debía completar para volver a casa.

Un año que no sabía de ella, lejos de todo el mundo que yo conocía y la soledad se me había quebrado más de una vez. Pero aquí seguía de pie, con el mismo pensamiento, con el sentimiento oculto.

La vida seguía, para bien o para mal pero seguía.

Estaba algo concentrado en la muestra que traía abrí la puerta del laboratorio donde había pasado el último año encerrado estudiando y trabajando sobre un nuevo tipo de cáncer en el cerebro.

Tomamos la biopsia del paciente y me tocaba examinarla, coloqué el cubreobjetos en su lugar y observé detenidamente y a la vez iba anotando los apuntes en el cuadernillo.

Luego de unas horas tuvimos otra reunión era la tercera de la semana donde estuvimos debatiendo todo el avance, los procesos y el día en que podríamos realizar la cirugía.

Era una señora de sesenta años, llevaba mucho tiempo ingresada y pudimos tratar su caso con prioridad para poder eliminar ese ser maligno.

Salimos de la sala de juntas y retiré mis guantes y el cubrebocas que aún traía encima, miré mi reloj que daba las diez con cincuenta de la noche.

Estábamos molidos, como cada día de lunes a lunes. Me despedí de mi hermano y aunque insistió en que me quedara en su casa por que era muy tarde, tuve que negarme.

Tenía algo muy importante que hacer, firmé el reporte antes de marcharme del hospital y bajé rápidamente al estacionamiento entrando a mi coche y marchando con prisa.

Estuve conduciendo por varios minutos hasta llegar al complejo de apartamentos, me parquee y subí apresurado volviendo a leer el mensaje que me había llegado hacía una hora antes.

Al salir del ascensor y acercarme a la puerta escuché gritos, era ella, estaba llorando descontroladamente y ese maldito le estaba gritando.

Me apresuré en abrir y lo hice bruscamente, ambos se me quedaron viendo sorprendidos y su cara se desfiguró de rabia a penas verme.

- ¿Tú de nuevo? - Me señaló con el dedo.

- ¡Y tú de nuevo! - Arrepentí contra el tomándolo del cuello y lanzandolo sobre la mesa cristal que se rompió de inmediato - ¡Te dije claramente que te alejarse de Sofía!

- ¡Y quién diablos crees que eres tú para darme órdenes!

- ¡Maldito cobarde mírala! - Lo levanté del piso dejándolo frente a ella - ¡Está temblando de miedo!

- Por supuesto, llegaste gritando como un salvaje es a ti que te tiene miedo.

Asentí repetidas veces y lo lancé contra la pared dándole un puñetazo en la cien que lo dejó noqueado, ella me miró horrorizada sin dejar de temblar.

Me acerqué al teléfono y marqué el número de recepción pidiendo que llamaran a la policía de inmediato, era increíble ese maldito seguía molestandola pero eso acabaría esa misma noche.

Jamás volvería a estar cerca de ella y yo me encargaría de eso, no iba a permitir que nadie le hiciera daño si es posible daría mi vida por ella.

- N-no lo hagas - Me miró suplicante - José, por favor no lo mandes a la cárcel.