LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)

(50) Amor de vagabundo

POV. José

Escuche sus pasos hacia mi, y como pensé algún plan estaba tratando para salirse con la suya pero lo que ella no sabía es que, yo también estaba al tanto de todo a pesar de que hizo lo posible por que no me enterara.

Se había pasado todo el rato divagando y santo vueltas de un lado para el otro mientras yo armaba mi plan en secreto, cuando la sentí venir me hice el dormido y ahí fue donde me di cuenta de su plan.

Pero no iba a permitir que eso pasara, no volvería a arriesgarla y si era necesario la devolvería por que lo que menos quiero es ponerla en riesgo.

Sentí su mano mover mi brazo y fui abriendo los ojos lentamente hasta encontrarme con su mirada temerosa.

- L-lo siento por despertarte, quiero compartir un jugo contigo. La verdad es que hace mucho calor.

Y si era cierto, ella estaba sudando pero sabía perfectamente que no era por el calor más bien eran los nervios.

- Discúlpame tu a mi, me quedé dormido - Miré a mi alrededor tratando de buscar algo - Kathia, olvidé mi billetera en ese cajón me lo pasas, por favor.

- Pero te lo tomas vale - Asentí y dejó su vaso sobre la mesita, cuando me dió la espalda aproveché para cambiarlo por el mío.

Me tomé el jugo y cuando vino le pasé el vaso y lo tomó sonriendo, sus manos estaban temblando y miró el líquido confundida después de probarlo.

La miré interrogante y negó desviando la mirada, me acerqué a ella abrazándola.

- Estás muy estresada - Empecé a jugar con su cabello - debes dejar que yo me encargue de esto - Me miró confundida - Kathia, no voy a ponerte en riesgo de nuevo.

- ¿Q-que hiciste? - Me miró aterrada sujetando su cabeza

- Has caído en tu propia trampa, yo lo arreglaré te lo prometo

- ¡Por qué lo hiciste, esto es mi culpa yo debo responder por esto!

- No, mírame por favor no digas eso, esto no es un pecado y ese hombre tendrá que entender que me quieres a mi

- ¡Es que tú no entiendes va a matarte! - Sollozo mientras se iba desvaneciendo en mis brazos.

La acomodé en la cama y limpié sus lágrimas besé su frente y la observé un momento. Cuánto amo a esta mujer, esta vez Kiro no te saldrás con la tuya.

Salí de la cabaña y me encontré con el abuelo, le di unas indicaciones y órdenes que debía seguir al pie de la letra para que ella no estuviera en peligro.

Llamé a Marino, un viejo amigo con el cual ya me había comunicado y que debía tener todo listo, me comuniqué con Marcus y quedamos para juntarnos.

Este último no sabe de la presencia del otro, ya que, digamos que no se llevaban tan bien para mi gusto. Unos minutos después llegó un coche y subi al mismo.

Hablé con los muchachos explicándoles la situación y salimos a toda prisa al punto de encuentro con mi hermano. El compa era tan rápido que no nos costó mucho llegar.

Saqué de mi bolsillo una pequeña foto de Kathia y la besé volviendo a guardarla en un bolsillo en el costado izquierdo, en mi corazón.