(29) Una bala al corazón

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En las noches despiertan los lobos que en el día se disfrazan de corderos.

POV Kiro

Todo el cambio ha sido algo drástico, volver al país, nuevo trabajo, nueva casa o al menos un departamento por ahora, ya que al ser dos es algo cómodo para nosostros.

Lo peor es que viviendo con Ángela todo se complica discutimos demasiado y si Kathia está casada y se olvidó de mí, no veo la excusa de seguir juntos.

Antes de irme a la oficina arreglo unas cosas  tampoco voy a cargarle todo esto pues hay mucho que hacer.

Antes de que lo nuestro termine prefiero llevar la fiesta en paz o  bueno al menos lo que ella "cree" que existe entre nosotros.

Toc.. toc... toc...

¿Pero quién toca tan temprano?

Dejo las cajas a un lado y me dirijo a paso lento hacia la puerta. Diría que sigo medio dormido pues nos acostamos  muy tarde anoche.

Giro el pomo de la puerta y la abro lentamente, la brisa extremadamente fría choca con mi rostro y mis ojos quedan abiertos de sobre manera.

Siento como todo mi cuerpo tiembla bajo el hechizo de una mirada desquiciada frente a mí, paso saliva con dificultad y respiro profundo tratando de asimilar.

Su pelo estaba desaliñado alrededor de toda su cara su ropa tan solo consistia en un fino pantalón largo de pijama y un fino abrigo gris, sus pies descalzos ensangrentados mantuvo su rostro agachado y me miro mientras levantaba cabeza clavando  sus ojos en los míos.

El corazón me latio a mil y levanto las manos dando pasos hacia atrás, no veo nada, nada en sus ojos o en su expresión.

¡Despierta de una maldita vez Kiro reacciona pesado de idiota!

¿Quién es ella?

¿Que le han hecho a mi pequeña?

¿Quién es Kathia, donde está?

Mi garganta queda completamente seca ni siquiera parpadeo no puedo dejar de observarla y buscar respuestas en su rostro pero no veo absolutamente nada.

- Ya terminaste de admirarme - ladea una sonrisa arrogante acercándose a mí - ¡Muévete!

Estaba dispuesto a alejarme luego de cerrar la puerta pero en un movimiento rápido movió su brazo y sacó una pistola dejándome tieso.

- K-kathia por favor baja esa arma que estás haciendo pequeña

- ¡Angela! ¡Angela! - ni siquiera tiene su atención en mí

Los gritos se escuchan en todo el departamento y Ángela baja corriendo, me muevo un poco en su dirección para que no se acerque.

Cuando ve a Kathia queda paralizada igual que yo baja las escaleras de espacio y se acerca a mi mirándome confundida.

Kathia golpeó su cabeza con ambas manos y gritó fuertemente bociferando que no aguantaba el dolor, tomé a Ángela de la mano intentando alejarla pero fue inútil.

LOS CHICOS DEL PROCESO ⏳ (Editando&Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora