CAPITULO 30.
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El sonido rechinante de las ruedas al frenar bruscamente no fue mas que el indicio de que al fin habían dado con el lugar, luego de dos dias finalmente lograron sacarle la información a Damian, y aunque había costado su asociación, ya eso no importaba... ¡Habían encontrado a Rin! Por lo que una vez colocaron un pie fuera de las camionetas no pensaron más que en acabar con los responsables de su secuestro
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...Despertó a causa de la pequeña luz que se colaba por la ventana, su cuerpo estaba completamente adolorido y en cuanto recordó lo que sucedió el día anterior, fue inevitable no romper en llanto; luego de varios minutos se levantó y a como sus piernas daban, camino hasta el baño, se quito la bata de seda que cubria su cuerpo y entro a la ducha, con la esperanza de que el agua se llevará el dolor y los recuerdos, tallo su piel tanto, que algunas llagas comenzaron a salir y al poco tiempo termino por desplomarse en el suelo.
Los recuerdos eran borrosos, pero sabía perfectamente que ese aberrante ser habia abusado de ella, el dolor en la parte baja de su abdomen se lo confirmaba y los innumerables moretones en su cuerpo igual. Su corazón estaba hecho pedazos, no solo le dolía el cuerpo, sino que también el alma y había llegado al límite de su resistencia, sentía que ya no podía más y aunque queria tener esperanzas ya no habían, la noche anterior perdio cualquier esperanza de salir de ahí y eso le dolia aun mas a su corazón, porque deseaba luchar pero ya no tenia ánimos ni fuerza, y solo habia bastado despertar para que su mente comenzara a divagar, se sentia perdída, era como si su cuerpo se moviera solo.
Pasaron casi dos horas cuando a causa del frío finalmente se levantó y camino en busca de la toalla, la enrolló en su cuerpo y fijo su vista en el espejo. Su labio inferior estaba roto, su mejilla derecha hinchada y su ojo izquierdo morado, pero eso ni siquiera importaba, porque eran heridas superficiales, se podian curar, sin embargo, su alma... Su alma y su dignidad estaban hechas pedazos, ¿Cómo podría curar eso? Cómo podría olvidar los horrores que había vivido en tan solo cinco días, como recuperarse de aquel dolor que la estaba matando...
No había forma, no existía la manera de simplemente pasar la página, no siguiendo ahí encerrada. Pasaron algunos minutos antes de que volviera en sí y saliera del baño, busco algo de ropa y solo basto ponérsela para tirarse nuevamente a la cama a llorar, ya ni siquiera tenía lágrimas, pero aquella sensación no se iba, y preferia eso a quedarse en silencio y reprimir su dolor, ya no quería hacer eso, si se quedaría ahi, al menos lloraria cada vez que sintiese ganas.; luego de recostarse y llorar, fue cuestión de tiempo para que el cansancio, provocado por su adolorido cuerpo, una vez más la venciera.
...El brusco sonido de la puerta siendo abierta la despertó.
- ¡Levantate, nos vamos!- Grita tomándola de brazo para arrastrarla a la salida.
- Que... ¡NO! ¡SUÉLTAME!- Responde en medio de sollozos y con total desesperación.
- ¡Cállate o te escucharán!- Demanda tomándola bruscamente de las mejillas.
Para nuevamente soltarla, sarandearla y llevarlas a la fuerza por las escaleras traseras; ella se había concentrado en soltarse pero solo basto que pasará el segundo escalón para notar los disturbios en la sala principal. Fue ahí, que a lo lejos logro escuchar la voz de Sesshomaru, por lo que casi por inercia ceso sus movimientos y grito a todo lo que si garganta daba.
- ¡SESSHOMARU! ¡SESSH! ¡AQUI ESTOY!- Suelta con el tope de su voz.
Ella sabía lo que ocurriria si hacía eso, pero era inevitable no luchar luego de recobrar la esperanza de esa forma. Todo valió la pena, incluso la cachetada que segundo después le lanzo el rubio.
- ¡Estúpida!- Grita para taparle la boca con una mano y apresar su cuerpo con el otro brazo.
Y así bajarla a rastras hasta la primera planta, se inmiscuyeron hasta el jardín y con ayuda de los pocos escoltas que quedaban fuera, comenzaron a caminar hasta la salida; una vez más sentía que perdía la esperanza, hasta que cuando estaba a punto de desmayarse por la presión, escucho la voz de su hermano a los lejos y segundos después la de Sesshomaru, por lo poco que logro ver, los habían acorralado, el pelinegro al inicio del jardín y el albino en la entrada que conectaba la casa con el jardin.
- ¡Sueltala!- Demandan al unisono y apuntando con sus pistolas a la dirección del rubio.
- Par de tontos... Creen que dejaré que esto termine asi- Se mofa continuando su caminata. Gracias a los hombres que los rodeaban.
- Aquí el único tonto eres tu- Aclara el albino.
- Basura... Diría yo- Completa el pelinegro avanzado justo como su amigo y los hombres destras suyo.
- Sueltala Marcel... Porque tú vida me importa un carajo- Le recuerda.
- ¿Que esperas?- Inquiere Naraku mientras da una fugaz mirada a sus compañeros.
Fue cuestión de segundos para que innumerables sonidos de gatillos siendo jalados inhundaran el lugar y ella comenzará a notar que solo quedaban ella y su opresor. Una vez más recupero la valentía y gracias a los hombres que estaban con su hermano y el Taisho ya no habían guardias protegiendo a Marcel, por lo que en un atrevido movimiento y sin pensarlo más, lo mordió tan fuerte como pudo, hasta causarle una herida que provocó el afloje del agarre, segundos que aprovecho para darle un codazo y terminar pos escapar de sus brazos. Aquel sentimiento de libertad era inexplicable y solo corrió y corrió hasta los brazos de quien debió ser su hermano, pero no lo fue... Pues quién la recibió aliviado fue el peliplata.
Aquella sorpresa, de ella lanzándose a los brazos de Sesshomaru quedó grabada en la memoria del pelinegro, pero por la euforia del momento y la ira que aun albergaba en su interior, se enfoco en el rubio, a quien aprisionó sin piedad alguna dispuesto a hacerle pasar cosas peores a las que su hermana vivio con el.
Mientras que ella solo se aferró al pecho del Taisho, a aquel cálido abrazo que por tantas noches añoro y que al fin luego de ese infierno habia conseguido.
- Fue horrible... - Músita en medio de un sollozó y apretando su agarre.
- Ya estás a salvo... Y ese monstruo va a pagar todo lo que te hizo- Asegura entre dientes y con su vista fija en el abatido Dubois.
- Llévala a casa, tengo que hacer unas cositas antes de ir con ella- Demanda el pelinegro observando con satisfacción a Marcel.
Petición que ninguno necesito refutar y que el albino obedeció con gusto, tomando a la castaña de la muñeca y guiandola hasta la salida. Finalmente había acabado el infierno, finalmente se había despojado de las cadenas que la cubrían... Y renacería. Renacería de sus cenizas y no volvería a permitir que nadie más la lastimara. Aquella tarde en la que al fin se libero y regreso a su hogar, de la mano de Sesshomaru, se prometió juntar los pedazos rotos de su alma, y hacer pagar a la escoria que la había lastimado.
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...CONTINUARA...
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosura.♥️
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Monsieur seducción.
FanfikceCon el final del verano el regreso a clases para los estudiantes fue eminente y con ello las tediosas clases de francés de la joven Rin, la cuáles habia estado reprobando a pesar del determinante esfuerzo de sus padres al contratar profesores partic...