Capitulo 31: Amanecer a Su Lado

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TN se levantó con una sonrisa, recordando los momentos de la noche anterior con Bucky. Apenas el sol comenzaba a filtrarse por las ventanas de la Torre, y al ver que él aún dormía plácidamente, decidió bajar a preparar el desayuno. Se puso un camisón ligero y caminó descalza hacia la cocina, aún sintiendo el eco de la calidez de sus abrazos.

Mientras preparaba el café y algunos pancakes, escuchó pasos lentos acercándose. Antes de poder voltear, sintió los brazos fuertes de Bucky envolviéndola desde atrás. Él le dio un suave beso en el cuello y susurró con voz baja y cariñosa:

—Buenos días, muñeca.

TN sonrió y cerró los ojos, disfrutando de la cercanía y la ternura de su gesto.

—Buenos días, Buck —respondió ella, girándose un poco para mirarlo, su sonrisa amplia y genuina.

Él le devolvió la sonrisa y luego, sin soltarla, ayudó a poner la mesa, bromeando sobre quién preparaba mejor el desayuno. Se sentaron juntos, compartiendo el café y la comida, entre miradas y risas cómplices. Después de la última taza de café, Bucky sugirió que entrenaran juntos en la sala de ejercicios.

Más tarde, en la tarde, los dos estaban practicando algunas combinaciones y movimientos en la sala de entrenamiento. TN se esforzaba por igualar los movimientos de Bucky, aunque él, con su destreza y agilidad, dominaba cada ejercicio sin esfuerzo. De vez en cuando, dejaba de lado la seriedad del entrenamiento para hacerla reír con alguna broma o incluso tratando de desequilibrarla, solo para volver a sostenerla de inmediato entre sus brazos.

—¿Sabes? —le dijo TN, recostándose sobre el tatami después de una serie de movimientos—. No puedo creer lo buena pareja de entrenamiento que eres... aunque creo que me haces trabajar el doble.

Bucky sonrió, sentándose a su lado y pasando una mano sobre su cabello despeinado.

—Eres mi mejor compañera, muñeca. No tienes idea de cuánto me animas.

Al final del día, después de una ducha y una cena ligera, Bucky y TN se acomodaron en el sofá de la sala de estar. Él comenzó a leer un libro que llevaba días queriendo terminar, y ella se acurrucó a su lado, apoyando la cabeza en su pecho. Su voz baja y profunda al leer la historia la hacía sentirse segura y en paz.

Mientras leía, Bucky deslizaba suavemente su mano de metal por su cabello y su brazo, acariciándola con una dulzura que solo compartía con ella. TN cerró los ojos, disfrutando del momento y de su cercanía.

La noche fue avanzando lentamente, y al terminar el capítulo, Bucky miró a TN y le dio un suave beso en la frente.—Gracias por este día —murmuró ella, mirándolo con dulzura.

—Gracias a ti, muñeca, por hacerlo perfecto —respondió Bucky.

Se quedaron así, en silencio, solo disfrutando de la presencia del otro, en un momento tan sencillo como lleno de amor.



Corto, voten y cometen, ilyy

En el momento correcto. -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora