Capitulo 36: Preparativos y helados

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Al día siguiente, TN se levantó con una nueva misión: debía entregar un pago en la escuela para las cosas de la graduación, como la toga, el birrete, y algunos detalles adicionales. Sabía exactamente a quién acudir para resolverlo. Caminó por los pasillos de la Torre hasta llegar al taller de Tony, quien estaba concentrado en algún tipo de proyecto que soltaba chispas cada cierto tiempo.

—¿Pa? —dijo TN suavemente, asomándose por la puerta.

Él levantó la vista y sonrió al verla.

—¡Pequeña Stark! —dijo con tono juguetón, quitándose el casco de seguridad—. ¿Qué te trae por aquí? ¿Algún nuevo invento? ¿O quieres volver a volar en una de mis armaduras?

TN rio, sacudiendo la cabeza.

—Nada de eso, aunque volar en una armadura suena tentador. Vine a pedirte algo de dinero —admitió, sonriendo—. Necesito pagar la toga, el birrete y otras cosas para la graduación.

Tony arqueó una ceja y luego asintió con una sonrisa.

—Ah, claro, claro. ¡La graduación no sería nada sin la toga y el birrete! —respondió, yendo hacia su escritorio para tomar su billetera—. Esto es importante, así que toma lo que necesites.

Le entregó una suma generosa, y TN lo abrazó con gratitud.

—¡Gracias, pa! —dijo alegremente—. Prometo que lo devolveré.

Él hizo un gesto con la mano, restándole importancia.

—Nada de devolver. Es tu graduación, ¡y quiero que sea perfecta! —dijo, palmeándole el hombro con afecto—. ¿Tienes quien te lleve?

TN sonrió y, apareció Bucky en la puerta.

—Yo llevare a mi muñeca Stark —anunció, dedicándole una mirada cómplice a TN.

Tony observó la escena y asintió, pero no sin antes lanzar una mirada significativa a Bucky.

—Cuídala bien, Soldado. Y no hagan nada que me haga arrepentirme de haberte dado permiso para llevarla —dijo en tono protector, aunque con una sonrisa.

Bucky rio y tomó a TN de la mano, dirigiéndola hacia el elevador. Bajaron juntos hasta el estacionamiento, donde él tenía su moto lista.

—Vamos, te llevaré al mejor estilo de una futura graduada —dijo Bucky, ofreciéndole un casco y ayudándola a montarse detrás de él.

TN se sujetó con firmeza y, pronto, ambos se dirigieron hacia la escuela. El trayecto estuvo lleno de risas y bromeos, con Bucky mostrándose atento a cada señal y cuidando que TN estuviera cómoda.

Al llegar, TN entró a hacer el pago mientras Bucky la esperaba en la moto. Todo fue rápido, y en unos minutos TN regresó con una expresión de alivio.

—¡Misión cumplida! —anunció, subiendo de nuevo a la moto—. Ahora oficialmente todo está listo para la graduación, bueno aunque falta mi vestido

Bucky sonrió mientras arrancaba la moto.

—Entonces, ¿qué te parece celebrar? Tengo antojo de helado —sugirió con una mirada traviesa.

TN asintió con entusiasmo. Se dirigieron a una heladería cercana, donde Bucky compró una gran variedad de sabores para que ambos pudieran probar. Se sentaron en una banca del parque, y entre cucharadas de helado, comenzaron a charlar.

—¿Estás emocionada? —preguntó él, observándola mientras probaba un helado de fresa.

TN asintió, con una sonrisa algo nerviosa

—Sí, mucho. Pero también estoy algo asustada. Es decir, graduarme es un gran paso, pero... ¿y después? ¿Qué vendrá después? —dijo ella, mirando al horizonte.

Bucky dejó su helado a un lado y le tomó la mano.

—Lo que venga después, lo enfrentarás con esa misma determinación que te he visto tener desde que te conozco. Y no estarás sola. Todos estaremos aquí para ayudarte a descubrir qué sigue —dijo en un tono reconfortante.

TN le devolvió la sonrisa, agradecida.

Pasaron un rato más entre helados, risas y algunas fotos espontáneas. Bucky incluso logró tomarle una foto a TN con un helado derritiéndose en su mano, justo antes de que lograra darle una mordida. Fue un momento tan natural y feliz que TN no pudo evitar sentir que estaba exactamente donde debía estar.

Ya en la tarde, regresaron a la Torre, donde Tony los estaba esperando. Al verlos, levantó las cejas al ver los helados en sus manos.

—¿Así que la misión fue un éxito? —preguntó Tony, con una sonrisa burlona al notar los rastros de helado en sus rostros.

TN asintió con entusiasmo.

—Todo listo, Tony. Ya puedo graduarme con toga y todo gracias a ti —dijo, dándole un abrazo de agradecimiento.

Esa noche, la Torre Stark estaba especialmente tranquila, como si todos supieran que TN necesitaba un poco de paz antes de la gran semana.






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En el momento correcto. -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora