Capítulo 43: Una Noche Bajo las Estrellas

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Habían pasado algunos meses desde que TN se unió oficialmente a los Vengadores. Se había convertido en una pieza fundamental del equipo, demostrando en cada misión su valentía y habilidad. Bucky estaba muy orgulloso de ella, y su relación iba viento en popa. Sabía cuánto esfuerzo había puesto TN para adaptarse, y quería darle un momento especial, algo que la alejara de las misiones, entrenamientos y de todo el caos que conllevaba ser una Vengadora. Así que, con la ayuda de Sam y Steve, había preparado una sorpresa que él esperaba que fuera inolvidable.

Esa mañana, Bucky se acercó a Tony para pedirle permiso.

—¿Puedo pedirte un favor, Tony? —dijo con una pequeña sonrisa.

Tony lo miró con sospecha, pero su curiosidad pudo más.

—¿Qué necesitas, Barnes?

Bucky le explicó su plan, y aunque Tony lo miró con un suspiro y varios regaños sobre mantener la seguridad de su hija y cuidarla bien, finalmente accedió.

Bucky pasó la tarde organizando cada detalle en una cabaña que había rentado en el bosque. Siguiendo las ideas de Steve, colocó pétalos de rosas en la entrada y alrededor del camino que conducía a una pequeña estructura de tela que habían montado con palos y luces brillantes, creando una especie de "casita" decorada. Había ramos de rosas colocados alrededor y una mesita con las gomitas favoritas de TN y algo de comida que él mismo había preparado. En el interior de la cabaña, colocaron velas y más flores en el suelo, dándole un toque cálido y acogedor.

Mientras tanto, TN había pasado el día con Nat, entrenando y charlando, pero no dejaba de preocuparse. Había llamado y escrito varias veces a Bucky, sin recibir una respuesta clara.

—¿Estás bien? ¿Dónde estás? —había insistido ella en uno de los mensajes.

Bucky, quien no quería arruinar la sorpresa, le contestaba brevemente:

—Salí a una misión rápida. No te preocupes, estaré bien. Te veré luego.

TN no dejó de darle vueltas al asunto, pero decidió confiar en él. Ya casi al atardecer, cuando comenzaba a oscurecer, Bucky regresó a la torre junto a Steve y Sam. Entró en el área común y, al ver a TN, le sonrió mientras caminaba hacia ella.

—Hola, preciosa —dijo, dándole un beso suave.

—¡Buck! ¿Estás bien? Me tenías preocupada... —dijo ella, aliviada al verlo.

—Lo siento, pero era necesario para la sorpresa que te preparé.

TN lo miró con los ojos entrecerrados, claramente intrigada.

—¿Sorpresa?

Bucky asintió, con una sonrisa divertida.

—Sí. Así que ve por una pijama y algo de ropa para mañana.

—¿Vamos a salir? —preguntó ella, subiendo con él hasta su cuarto—. ¿Y Tony ya sabe?

Bucky soltó una risa suave y le hizo una seña para que tomara sus cosas.

—Sí, tu papá ya sabe. Todo está bajo control.

TN, cada vez más intrigada, tomó sus cosas y bajó con él, intentando adivinar a dónde la llevaba. Bucky la guió hacia el auto, y juntos comenzaron el trayecto. La noche estaba cayendo, y el cielo se llenaba de estrellas mientras él conducía.

Al llegar a la cabaña, TN quedó maravillada. Los pétalos de rosas brillaban bajo las luces cálidas, y el ambiente parecía salido de un sueño.

—¿Buck, hiciste todo esto... para mí? —preguntó con una sonrisa asombrada.

Bucky asintió, tomando su mano y guiándola hacia el pequeño refugio que habían decorado con luces y flores.

—Quería que tuviéramos una noche especial, solo tú y yo. Lo mereces, después de todo lo que has hecho en estos meses, muñeca.

TN sintió que su corazón se aceleraba mientras miraba alrededor, notando cada detalle: las luces suaves, las flores, la comida y las gomitas que tanto le gustaban.

—Es... perfecto, Buck. No puedo creer que hayas hecho todo esto.

—Bueno, tengo que admitir que Steve y Sam ayudaron un poco —respondió, encogiéndose de hombros—. Pero todo esto es para ti.

Se sentaron en la mesita y comenzaron a cenar, conversando entre risas y disfrutando del momento. TN no podía dejar de mirarlo, sintiendo que, en medio de todo el caos, tener a Bucky a su lado era lo que la hacía sentirse en paz.

Pasaron las horas, hablando y viendo algunas películas en una pequeña pantalla que Bucky había traído, abrazados bajo una manta. Se sentían como si estuvieran en su propio mundo, alejados de todo y de todos.

Ya cerca de la medianoche, Bucky se levantó, extendiendo su mano hacia ella.

—Ven, hay algo más que quiero mostrarte.

TN tomó su mano, siguiéndolo hacia la cabaña. Al entrar, se sorprendió al ver el ambiente romántico que él había creado: velas esparcidas por toda la habitación y pétalos de rosas decorando el suelo. Se giró hacia Bucky, quien la miraba con una mezcla de ternura y nerviosismo.

Sin decir nada, TN se acercó y lo besó suavemente, sintiendo el cariño y la pasión en cada momento. Él la abrazó, y juntos se dejaron llevar por el momento, disfrutando de la intimidad y la cercanía que compartían. Fue una noche que ambos sabían recordarían para siempre, llena de amor y emociones profundas.

Cuando el sol comenzó a asomarse por la ventana de la cabaña, TN despertó abrazada a Bucky, sintiéndose más feliz y en paz que nunca. Él abrió los ojos y la miró con una sonrisa suave.

—Buenos días, preciosa —murmuró, acariciando su rostro.

—Buenos días, Sargento—respondió ella, sin poder evitar sonreír.

Pasaron el resto de la mañana en la cabaña, desayunando juntos y disfrutando del ambiente relajado. TN no podía dejar de agradecerle por la sorpresa, y Bucky estaba encantado de haber logrado hacerla sentir especial.






Perdon lo cortooo



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En el momento correcto. -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora