La mañana siguiente al encuentro con Dulce, Christopher continuó intentando mantener su vida en equilibrio. Decidió invitar a Tessa a pasar el fin de semana con él y Laura, esperando que el cambio de ambiente pudiera ayudar a la joven a relajarse. Sin embargo, la visita no salió como lo había planeado.El viernes por la noche, mientras Christopher y Laura preparaban la cena, Tessa se encontró en medio de una discusión con Laura.
—No entiendo por qué no puedes simplemente hacer lo que te pido —dijo Laura, su tono cargado de frustración—. Estás aquí para relajarte, pero eso no significa que puedas evitar tus responsabilidades.
—¡No estoy tratando de evitar nada! —respondió Tessa, elevando la voz—. Solo pienso que estás siendo injusta. No puedo estar a la altura de tus expectativas todo el tiempo.
Laura se cruzó de brazos, su expresión cambiando a una mezcla de enojo y tristeza fingida.
—¿Injusta? —dijo con un tono lastimero—. Solo estoy tratando de hacer que te sientas parte de esto. Pero si no quieres colaborar, eso es un problema.
Tessa suspiró, intentando mantener la calma.
—No se trata de no querer colaborar. Se trata de que siempre estoy en el medio de tus exigencias. Christopher, ¿puedes intervenir aquí? —pidió, buscando apoyo.
Christopher se acercó, tratando de mediar entre ambos.
—Laura, ¿podemos hablar de esto sin que sea un drama? Tessa está aquí para pasar un buen rato, no para ser una carga.
Laura bajó la mirada, fingiendo tristeza.
—Christopher, solo quiero que todo sea perfecto. No es fácil para mí tener a alguien más en la casa, especialmente cuando parece que no aprecia lo que hago.
El ambiente se volvió incómodo. Tessa se sintió aún más excluida y, a pesar de sus intentos de calmarse, las tensiones aumentaron.
—No puedo hacer nada bien para ti, ¿verdad? —dijo Tessa, sintiéndose herida—. Lo único que quiero es estar en paz.
—Eso no es verdad, Tessa —dijo Christopher—. Pero, Laura, también entiendo que estás tratando de hacer que esto funcione. Necesitamos encontrar un equilibrio.
El sábado por la mañana, las tensiones continuaron cuando Laura seguía haciendo comentarios pasivo-agresivos. Tessa, cansada de la situación, decidió hablar con Christopher a solas.
—Papá, necesito hablar contigo sobre lo que pasó —dijo Tessa, encontrándolo en el jardín—. Laura y yo tuvimos una discusión, y creo que no has visto todo lo que ocurrió.
Christopher se sentó a su lado, mostrando una expresión de preocupación.
—Dime qué pasó —invitó, tratando de escuchar con atención.
—Laura siempre está buscando motivos para reclamarme —explicó Tessa—. La discusión empezó porque no seguí sus instrucciones al pie de la letra, y luego se hizo la víctima. Me siento atrapada entre ser la mala de la película y el problema.
Christopher suspiró, entendiendo la frustración de su hija.
—Lo siento, Tessa. No sabía que Laura había llegado a ese punto. Trataré de hablar con ella para resolver esto, pero necesito que entiendas que ella también está lidiando con sus propios problemas.
—Lo sé, papá. Pero no es justo para mí ser el chivo expiatorio. Estoy tratando de adaptarme, pero parece que todo lo que hago no es suficiente —dijo Tessa, tratando de contener las lágrimas.
Christopher la abrazó, intentando reconfortarla.
—Lo siento mucho, Tessa. Te prometo que hablaré con Laura y trataré de solucionar esto. Gracias por decírmelo.
De regreso en la casa de Dulce, la tensión también estaba alta. Dulce decidió confrontar a Christopher sobre lo que Tessa le había contado.
—Christopher, necesitamos hablar sobre lo que pasó con Tessa y Laura —dijo Dulce, encontrándolo en la cocina.
Christopher la miró con una mezcla de cansancio y frustración.
—¿Qué quieres decir? —preguntó.
—Tessa me dijo que Laura la trató mal y luego se hizo la víctima —dijo Dulce—. No entiendo cómo permites que eso pase. ¿Cómo puedes justificar su comportamiento?
Christopher trató de explicarse, pero Dulce lo interrumpió.
—No se trata solo de explicaciones, Christopher. Se trata de cómo Laura hace sentir a Tessa. No puedo aceptar que la trates como si ella fuera el problema.
Christopher se acercó a Dulce, buscando calmarla.
—Dulce, no es tan simple. Laura está pasando por cosas difíciles también. Estoy tratando de manejar todo esto lo mejor que puedo.
—No trates de convencerme con palabras vacías —dijo Dulce, con voz temblorosa—. Lo que pasó entre Laura y Tessa es inaceptable. No es justo para ella.
Christopher, frustrado, intentó besarla para calmarla. Dulce lo apartó bruscamente.
—No trates de convencerme de esa manera —dijo con firmeza—. Esto no se soluciona con besos o promesas. Necesitamos hablar seriamente sobre cómo manejar esta situación.
Christopher se quedó en silencio, dándose cuenta de que la situación era más complicada de lo que había imaginado. La conversación que siguió dejó claro que tanto él como Dulce necesitaban enfrentarse a la realidad de sus problemas y encontrar una solución que funcionara para todos.
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Amor a la medianoche
FanfictionDulce María Espinoza Saviñón, una pelirroja rebelde y popular, vive en un estricto internado para chicas, donde sueña con libertad y aventuras más allá de las paredes del colegio. Su mejor amiga, Anahí, la acompaña en sus escapadas nocturnas para ex...