Guerra perdida

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—¡Esto es, una maldita pesadilla! —rugió el Yurchiano que antes conducía la carreta. Se bajó la capucha y tiró a Taehyung sobre un catre. Sus cabellos brillaron por la luz de un candil que estaba encendido sobre una mesa. Era un hombre alto y robusto, y sus ojos tenían un brillo tenebroso y hostil.  

Los otros tres hombres caminaban por todo lo ancho de la desalojada cabaña, moviéndose entre las penumbras ahogadas de aquel recinto. Todos eran varones y vestían unas gruesas caperuzas cafés por encima de unos mantos blancos, ceñidos por cáñamos a la cintura junto a unas botas de felpa beige que les cubrían hasta las rodillas.

Eran Yurchianos puros, hombres letales y fríos como el hielo, y leales y protectores entre ellos como una manada de lobos.

—¿Quién mató a Jisung? —preguntó uno de ellos. Jisung era el nombre del Yurchiano que había caído durante la persecución.

—No lo sé. No alcancé a verlo —respondió otro, uno al que le faltaba un ojo.

—Pues esto no tiene buena pinta —agregó un tercero, el que parecía ser el más joven. —Esa trampa que nos tendieron es un grandioso truco de bioenergía ¿Ustedes conocen ese truco verdad?

Los otros tres hombres asintieron. Conocían a la perfección el truco que habían usado los Joseonanos para descubrirlos en medio de las caravanas, pero pese a ello, había algo que no cuadraba.

Uno de ellos, el tuerto, se inclinó sobre Taehyung, descubriéndolo para examinarlo con cuidado. Un extraño presentimiento le empezó a carcomer las entrañas y repentinamente el hombre sintió muchas ganas de vomitar.

—El truco de bioenergía que usaron se llama "Hechizo de sangre" ¿no es verdad? —preguntó casi en susurró. Al levantar la cabeza para mirar a sus compañeros, la escasa luz le concedió un aspecto sombrío.

Otro de los Yurchianos asintió.

—Tengo entendido que ese truco sólo puede hacerse con la sangre de un familiar de primer grado ¿o me equivoco?

—¿A dónde quieres llegar con esto? —El Yurchiano más joven avanzó unos pasos y también se inclinó para mirar a Taehyung. El tuerto volvió a hablar.

—¿Es que aún no lo comprenden? —preguntó comenzando a temblar visiblemente. —El rey Jungkook no tiene parientes vivos en primera línea. No tiene padres, ni abuelos, ni hermanos, ni hijos. Pero las monedas brillaron cuando estuvieron cerca de él —culminó señalando el cuerpo de Taehyung —¡¿Por qué?!

Los cuatro sujetos guardaron silencio. El hechizo de la sangre era un truco de bioenergía que se usaba para encontrar personas extraviadas. Para que funcionara, debía usarse la sangre de un familiar en primera linea, un padre, hermano, abuelo o hijo de la persona desaparecida. Luego, había que mezclar dicha sangre en agua y rociar con ella algún objeto metálico que brillara con gran intensidad. Dicho objeto brillaría sólo cuando estuviera cerca de la persona extraviada. Era como si la sangre llamara a su propia sangre y usaban este hechizo para buscar a niños perdidos en los bosques.

Jungkook había usado la sangre de Jimin para rociar todas las monedas de oro que entregaron aquella tarde y el truco habia funcionado.

—Entonces, si este hombre no es el rey Jungkook. ¡¿Quién rayos es?! —exclamó el Yurchiano que había conducido la carreta.

—¡No lo sé! —gritó el tuerto. —¡Pero míralo! ¿Te parece que luce como un doncel? ¡Yo lo dije, desde la misma noche que lo capturamos: "Este hombre no parece un doncel"!

—¡Pero tiene la maldita cinta sobre la frente! —exclamo el Yurchiano que había hablado primero, el que había preguntado por el asesino de Jisung. —Esa fue la maldita señal que nos dieron: "El rey Jungkook es el que siempre lleva una cinta dorada sobre la frente".

El tesoro de SiKje (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora