LEMON HEAD (Spanish version) #Wattys2016

11.LEMONADE MOUTH 2 Y "THE TEENCERS"

Para ser sincera, esa noche disfruté mucho. Después de cantar esa canción la gente empezó a gritar: "Otra, otra, otra..." pero nos negamos. Aún así, muchísima gente nos felicitó y oí que algunos decían a María que qué bien que hubieran encontrado una cantante fija y que fuera tan buena, cosa con la que, obviamente, me sonrojé.

A partir de entonces empezamos a quedar muy a menudo y pusimos un primer nombre al grupo: "Lemonade Mouth 2", aunque, más que una copia, éramos un grupo de tributo a Lemonade Mouth. Sólo tocábamos canciones suyas y cada vez mejor. De vez en cuando, sobretodo los fines de semana, actuábamos en esa discoteca en la que yo había empezado con ellos.

Respeto a ese local... Empezó a ser mi lugar para pasar el rato favorito. Pronto mi madre se enteró de que tenía nuevos amigos y así pude quedar con ellos más a menudo. Algunas tardes íbamos a casa de alguno a estudiar, y si no, íbamos al local.
Allí, además de tocar, charlábamos, jugábamos al futbolín, a las cartas o cualquier otra cosa hasta que nos cansábamos.

Una noche de sábado que fuimos allí con la excusa de que nos quedábamos a dormir en casa de una amiga de Estela, hubo una actuación de baile que me pareció impresionante. Fue entonces cuando David me explicó que en el local había unos cuantos miembros que habían montado un grupo de baile llamado "The Teencers". El nombre venía de la palabra Teen (" adolescente" en inglés) y dancers ( que significaba "bailarines"). Me preguntó si quería formar parte de él pero yo lo dije que se me daba fatal bailar.

Pero no sirvió de mucho, ya que, aún no sé muy bien como, de repente me vi ensayando con ellos y aprendiendo nuevos pasos de baile. Para mi sopresa, se me daba muchísimo mejor de lo que había pensado. Descubrí que The Teencers, además de en la discoteca, a veces actuaban en medio de la calle así tal cual y así, si tenían suerte, alguien les tiraba algunas moneditas.

Era por la tarde e íbamos paseando cuando de repente pasamos por una de esas paredes de la calle donde siempre cuelgan todos los papeles de publicidad y Estela exclamó:
-¡Eh, chicos, mirad! -y señaló uno de los carteles.
Era un cartel que anunciaba una especie de muestra de música en el Bar Verde del pueblo. No era un concurso, pero era una noche (de 8pm a 12am) donde toda la gente que quisiera mostrar sus capacidades musicales a la hora de cantar, tocar un instrumento tendría una oportunidad de tocar en público. Se podía actuar tan individualmente como en grupo.
-Es el viernes que viene, ¿porqué no vamos? ¡Será divertido! -dijo Roberto.
Y así lo hicimos.
Repito que no fue un concurso, pero se podría decir perfectamente que ganamos nosotros. Sinceramente, creo que fuimos los que lo hicinos mejor y sobretodo a los que más aplaudieron. El dueño del bar hasta nos propuso de volver a actuar allí de vez en cuando. Nosotros aceptamos encantados.