6.SUBE LA MÚSICA

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Después de que me contaran su historia pude ver que tampoco tenían una vida tan maravillosa como parecía. Pensaba que ahora era mi turno, que me tocaba explicarles mi vida y me puse nerviosa. Pero afortunadamente debían pensar que me acababan de conocer y que no querían presionarme, ya que, aunque me miraron esperando a que dijera algo, no me preguntaron nada, cosa con la que me sentí muy agradecida.

Entonces Charlie se sentó detrás de la batería, Estela cogió la guitarra y María el bajo. Roberto cogió un micrófono, lo conectó y me lo alargó:

-¿Cantas?-aunque sonaba más bien como una orden que como una pregunta.

-Pe-pero... es que no sé... -me intenté escaquear, sintiéndome muy nerviosa.

-Ya verás como sí-. Fue la respuesta de Roberto.

Empezaron a tocar una melodía que me era muy familiar. Como no, era una canción de Lemonade Mouth, "Turn Up The Music/Sube la música". Entré después de la introducción instrumental del principio, cantando:

Na na na na naaa... Naaa naa...

Take a look around

Who would have thought we'd all be here?

So le'ts mess around

'Cause the future is unclear...

Al principio empezé cantando muy bajito, casi inaudible. Pero a medida que la canción avanzaba me sentía más segura y dsifrutaba más. Era la primera (y esperaba que no fuera la última) canción que interpretaba con esos chicos, y era ideal, pues hablaba precisamente de eso, de dejarse llevar por la música y de hacerse escuchar. Me olvidé por unos minutos lo "don nadie" que me sentía y me sentí muy a gusto de estar allí, con esas personas, en aquel momento. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí orgullosa de ser yo.
Una vez hubimos acabado los chicos aplaudieron. Roberto me felicitó y los demás mostraron caras de asombro respecto a mi actuación. Aún así, yo tenía tan claro que lo hubiera hecho tan bien. Me sentía feliz pero desconcertada de tener tanta gente (para mí eso ya era multitud) a mi alrededor hablándome y diciendo algo de mi "fantástica voz". Tantos elogios me agobiaron y me marché de repente, con la excusa de que tenía prisa. Todos me miraron sorprendidos, sin entender que me había pasado.

Corrí y corrí dos manzanas más allá de la casa, nerviosa y cansada. Ralentizé el paso e intenté relajarme hasta que por fin pude pensar con claridad. Ahora me arrepentía y sentía vergüenza por lo sucedido. ¿Por qué había huido de esa forma? Lo mismo que cuando María y Charlie me hablaron por primera vez y yo hize lo mismo que entonces, me fui corriendo. Me daba rabia, ¡muchísima rabia! Pero a veces, por culpa de mi timidez o de mi facilidad en estresarme tenía esta especie de impulsos que me obligaban a hacer tonterías sin que yo tuviera tiempo de pensar si debía o no hacerlo, y siempre acababa de arrepentirme de ello.

Estaba inmersa en estos pensamientos cuando de repente oí una voz que me llamaba por mi nombre. Era Charlie corriendo hacia mí.

-Leila, ¡espera! -hice como si no le oyera, pero luego pensé que también sería una tontería ya que cada vez estaba más cerca y era imposible que no le escuchara. Se acercó jadeando y una vez lo tuve delante continuó: -¿Estás bien?

-Sí -contesté muy bajito y mirando al suelo.

-Es que te has ido así de repente y... no sé. ¿Hemos hecho algo que te haya molestado?

-No, qué va.

-¿Entonces?

-Lo siento, ha sido culpa mía. Es que me estreso con tanta gente.

-Ya, te entiendo. A mí también me pasaba. ¿Sabes?, al principio de cambiar de cole y antes de que María "me rescatara" yo también estaba muy solo y me resultó extraño las primeras veces que quedé con ella y, más tarde, con los demás chicos. Supongo que te pasa lo mismo y que además te sientes incómoda cuando alguien te felicita y dice que haces algo bien porque te cuesta creer que caigas bien a alguien, ¿verdad?

A medida que iba hablando los ojos se me iban inundando de lágrimas. Sí, era precisamente eso. Así era exactamente mi vida y justo así me sentía en aquel momento. Pero por orgullo o vergüenza de confesar que mi vida era tan "patética" como Charlie la había descrito, le dije que no era así, que en realidad no tenía ni idea de mi vida y que me dejara en paz.

Me fui andando tranquilamente y llorando a casa sin mirar al chico ni una vez más.

LEMON HEAD (Spanish version) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora