LEMON HEAD (Spanish version) #Wattys2016

40.Y ASÍ FUE

  Por suerte, el verano llegó más rápidamente de lo que esperaba.

  Recuerdo despedirme de mi madre y de Víctor, justo antes de subir al avión que nos llevaría a la ciudad de Nueva Jersey, del estado edadounidense cuyo nombre era el mismo, nuestra primera parada.

Llegaríamos ahí ese mismo lunes a media tarde, descansaríamos un poco después del largo vuelo al que habíamos estado sometidos y actuaríamos a las nueve de la noche en el Joseph Lawrence Park.

Dormiríamos en la furgoneta oficial y personalizada de 2 Lemonade Mouth que, gracias a el dinero que ganábamos y los beneficios que aportábamos a la discográfica, se habían podido permitir y era el vehículo en el que íbamos a viajar esas semanas.

  La verdad es que esa pequeña furgoneta no les había salido muy cara. De hecho, la personalización fue lo que menos costó.

Habían comprado el vehículo de segunda mano, aunque estaba en perfecto estado. Al principio era totalmente blanca, pero ya que iba dirigida a nosotros, la intención era que en todos los kilómetros que recorriera nunca dejara de hacernos publicidad.

Fuimos nosotros cinco los que la pintamos y decoramos a nuestro propio gusto, siguiendo las instrucciones y un patrón no muy estricto pero sí bien claro creado por una de las diseñadoras del equipo.

La base, era toda de color amarillo, como el limón.

En el capó habíamos pintado el mismo dibujo que aparecía en la carátula de nuestro primer y de momento último álbum, es decir, las caras de los cinco en blanco y negro decoradas con muchas sombras con una enorme rodaja de limón de color amarillo intenso detrás.

La apariencia de las ruedas era la misma de la de esa misma rodaja de limón.

En el resto de la furgoneta se encontraban dibujos de limones, vasos de limonada, y nuestros nombres escritos con diferentes tipos de letras.

En el techo exterior se encontraba el nombre del grupo, "2 Lemonade Mouth" con las oes también en forma de rodaja de limón y letras con cierto carácter cítrico y potente.

  El caso es que el día después, iríamos hacia Washington, en el estado de Virginia, donde pasaríamos el día y por la noche actuaríamos en el teatro de esa ciudad.

  El miércoles después de haber salido de Washington y de haber pasado casi diez horas en la furgoneta, llegaríamos a Nashville, capital de Tennesse, por la mañana. Ahí actuaríamos en The Stage on Broadway, un pequeño bar donde siempre había música en directo aunque fuese mayoritariamente música country. Les íbamos a dar algo un poco diferente, pues.

Tendríamos la tarde libre hasta las siete, más o menos, cuando nos dirigiríamos hacia Franklin, ciudad también de Tennesse la cual estaba a tan solo media hora de Nashville, aproximadamente, yendo en furgoneta. De hecho, era un suburbio de la misma ciudad de Nashville. Franklin era la ciudad en la que Hayley Williams, vocalista de la banda Paramore, se había mudado a los trece años y era también la ciudad en la que se había formado esa misma banda.

Esa noche en Franklin no lo hicimos nada bien a causa del agotamiento que llevábamos de tanto viajar. En la furgoneta íbamos sentados, por supuesto, pero el cansancio nos había alcanzado igualmente.

  Además de nuestro mánager, íbamos con dos chófers que trabajaban por turnos, también.

Por suerte, nos esperaban unos días de descanso, después, aunque también en la furgoneta.

  El jueves nos lo pasamos dentro de ese pequeño vehículo, jugando a cartas y durmiendo, mayoritariamente.

Tardamos casi trece horas en llegar a Lincoln, Nebraska desde que habíamos salido de Franklin, y eso sin contar las paradas para comer y estirar las piernas.

Ahí, por suerte, sí podimos dormir en un cómodo y lujoso hotel.

  Al día siguiente, pero, nos esperaban unas catorce horas más para llegar a Salt Lake City, en el estado de Utah.

Ahí tampoco actuamos. Lo haríamos el sábado siguiente en Las Vegas, Nevada, ciudad que estaba a tan solo seis horas de Salt Lake City.

Fue cuando se notó el poco pero suficiente descanso que habíamos hecho esos dos días.

Tocamos más de una canción de nuestro propio álbum y también algunos covers de otros grupos y artistas, la mayoría de los cuales ya habíamos tocado algo en Pequeñas Estrellas.

Me atrevería a decir que fue uno de los mejores conciertos que dimos durante toda la gira. Todos estuvimos muy satisfechos y orgullosos de él.

  Finalmente, nos dirigimos hacia el punto más interesante para nosotros cinco: Los Angeles, California. Allí sería donde se había organizado nuestro encuentro con los actores de Lemonade Mouth. ¡Estábamos todos tan emocionados! Estábamos convencidos de que iba a ser uno de los mejores días de nuestras vidas.

La única pega era que el escritor de los libros Mark Peter Huges no iba a acudir a ese encuentro. No sabíamos si era por tema de trabajo u otro compromiso, el caso es que se había negado a ir, o eso es lo que nos contó Disney Channel y demás organizadores del evento.

De hecho, Disney Channel había querido aprovechar el hecho de que iba a haber un reencuentro de todos los chicos de Lemonade Mouth y iban a grabarlo, pensando en que iban a subir la audiencia con ese gran momento.

  Los Angeles estaba a unas cuatro horas en furgoneta de Las Vegas, así que nos marchamos temprano para poder llegar alrededor de las doce del mediodía.

Solo faltaban tres horas. Para conocer a nuestros ídolos. Mi corazón estaba a punto de explotar y también podía notar la ilusión y el nerviosismo de los chicos flotando por todo el interior de la furgoneta.

Lo único que esperaba era no morir de un infarto antes de poder conocer a esas personas que habían y seguían significando tanto para mí.

Ya estábamos en camino.

Tres horas.

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Bueno, como podéis ver, ¡ya casi están a punto de cumplir su sueño!

Gracias por leéros este fanfic, significa mucho para mí, aún más si comentáis y me decís qué os parece.

¡Un fuerte abrazo para todos y muchísimas gracias por todos!

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