44.HOY

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  -Pero nada dura para siempre. 2 Lemonade Mouth duró tan solo un poco más de tres años después de que volviéramos de Estados Unidos. La mayoría perdimos el contacto los unos con los otros, yo también menos con la tía Estela, claro.

  -Ni con papá, ¿no? -me pregunta Carla, susurrando para no despertar a su pequeño hermano durmiendo en otra cama a tan solo unos metros al lado de la suya.

  -Sí, con papá sí. Pero nos volvimos a encontrar al cabo de unos años.

  -¿Cómo?

  -Cariño, eso es otra historia y es muy tarde ya. Te la contaré otro día, ¿vale? Ahora es hora de dormir -digo mientras la acuno para luego darle un beso en la mejilla y susurrar -Buenas noches, preciosa.

Salgo de la habitación lo más sigilosamente que puedo después de apagar las luces de la habitación de mis niños y me dirijo hacia el cuarto de baño para ducharme antes de reunirme con mi marido que ya me está esperando en la cama.

  Ya en la ducha, me concentro en sentir las cálidas gotas de agua resbalar por mis mejillas, mis hombros, mi pecho y me permito relajarme unos minutos después de un día de trabajo agotador. Me encanta mi trabajo, y sí es verdad que tiene unos horarios bastante flexibles. Pero mucha gente se equivoca al pensar que solamente por ese hecho ya deja de ser estresante. Puede recaer mucha presión encima tuyo, a veces.

Sonrío al pensar en todos los recuerdos que han vuelto a mi cabeza al explicarles la historia de 2 Lemonade Mouth a mis hijos, esta noche. Luego empiezo a pensar en todo lo que pasó después del punto donde me he quedado, justo cuando volvimos de Estados Unidos.

  Fue una pena que 2 Lemonade Mouth se acabara. Había sido tan importante para todos nosotros... Aún así, todo tiene que terminar algún día, y todo lo bueno que me aportaron esos años estarían siempre en mi corazón. Además, la manera en que nos fuimos separando no fue violenta ni desagradable. Supongo que cada uno de nosotros teníamos que seguir nuestro propio camino, y eso hicimos.

  Al volver de Estados Unidos, fue Estela la que se llevó la mayor sorpresa. Nunca nos contó exactamente cómo, pero la pobre descubrió que Evelyn se había estado viendo con otra chica durante el tiempo en que estuvo ausente, y consiguió pruebas de ello. Quedó destrozada y nunca más se volvió a acercar al local. Así fue cómo empezamos a alejarnos de ese sitio.

Aún así, al cabo de unos días de haber vuelto, aproveché los días de descanso que nos dio la discográfica y me volví a unir a The Teencers, el grupo de baile de ahí. A veces actuábamos por gusto, otras elegíamos una canción, una coreografía y una vestimenta concretas con un objetivo concreto, la mayoría de veces para reivindicar cualquier cosa que nos parecía injusta.

También pensé y reflexioné mucho, durante esos días. Me di cuenta de que acababa de empezar una etapa nueva en mi vida y para 2 Lemonade Mouth. Me sentía bien, motivada. Tenía ganas de aprovechar todas esas cosas nuevas para convertirme también en una nueva Leila, para empezar a hacer las cosas bien.

Es por eso que empecé a escribirle a mi padre. Aún no me atrevía, y nunca me atreví, a visitarle directamente en la cárcel. Pero no necesitaba ver su cara para saber que estaba arrepentido de lo que había hecho y que ya había aprendido de su error. Me di cuenta de que en realidad hacía tiempo que ya le había perdonado y que pensaba que valía la pena darle una segunda oportunidad. Así que los dos años más que estuvo en la cárcel antes de que lo sacaran el día de mi décimo octavo cumpleaños nos estuvimos escribiendo por carta muy a menudo. Él no me contaba demasiadas cosas. Tan solo respondía lo contento y orgulloso que estaba de mí cada vez que yo le explicaba todo lo que hacía y lograba 2 Lemonade Mouth.

LEMON HEAD (Spanish version) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora