|Mackenzie| °meses a tu lado°
El regreso de Valeria trajo consigo una mezcla de emociones en nuestra vida cotidiana. Cada día se sentía diferente, como si el tiempo hubiera hecho una pausa y ahora volviéramos a comenzar. La presencia de Valeria en nuestro hogar era reconfortante, y aunque había mucho que procesar, también había una sensación de renovación.
El lunes por la mañana, mientras Anthony se preparaba para la escuela, Valeria y yo estábamos en la cocina, tomando café y charlando. Ella se había ofrecido a cuidar a Anthony mientras yo asistía a mis clases, y eso me daba una gran tranquilidad.
—Me alegra que estés aquí, Valeria. La vida ha cambiado tanto —le dije mientras llenaba dos tazas.
—Lo sé, y siento haberme ido de esa manera. Pero ahora estoy lista para formar parte de tu vida y de la vida de Anthony. Quiero conocerlo mejor —respondió con una sonrisa cálida.
Al final, Anthony llegó con su mochila al hombro, listo para enfrentar un nuevo día. Cuando entró a la cocina, sus ojos se iluminaron al ver a Valeria.
—¿Vas a quedarte con nosotros hoy? —preguntó con curiosidad.
—Claro que sí, pequeño. Tengo muchas cosas divertidas planeadas para nosotros. —Valeria se agachó y le sonrió.
El brillo en los ojos de Anthony me llenó de felicidad. La conexión entre ellos crecía rápidamente, y cada risa que compartían me hacía sentir que estábamos reconstruyendo un puente que había estado roto durante mucho tiempo.
Después de dejar a Anthony en la escuela, Valeria y yo decidimos dar un paseo por el parque cercano. El aire fresco de la mañana y la luz del sol hicieron que me sintiera viva. Conversamos sobre la vida, nuestras aspiraciones y las experiencias que habíamos tenido mientras estábamos separadas.
—Me alegra que hayas encontrado a Jack —dijo Valeria mientras caminábamos—. Se nota que se preocupa mucho por ti y por Anthony.
Asentí, sintiendo una oleada de amor al pensar en él. Jack había estado a mi lado durante toda esta travesía, siempre apoyándome sin importar los desafíos.
—Él ha sido mi roca —le respondí—. No puedo imaginar mi vida sin él ahora.
Valeria sonrió, y por un momento, todo se sintió perfecto. Sin embargo, una pequeña inquietud seguía acechando en mi mente. La idea de que Valeria pudiera querer retomar nuestra amistad como en los viejos tiempos era reconfortante, pero también me hacía recordar los momentos difíciles que había enfrentado.
Esa noche, después de un largo día, me encontré con Jack en la cocina. Estaba preparando la cena mientras yo le contaba sobre mi día con Valeria.
—¿Cómo te sientes al respecto? —preguntó Jack, mirando por encima del hombro.
—Es extraño, pero también hermoso. Me alegra tenerla de vuelta, pero a veces me preocupa que sea demasiado.
Jack se acercó y me abrazó por la cintura, su aliento cálido en mi cuello.
—Es natural sentirse así. Pero recuerda que no estás sola en esto. Estoy aquí para apoyarte, pase lo que pase.
Los ojos se me llenaron de lágrimas, y en ese momento supe que había encontrado en Jack no solo un compañero, sino un verdadero hogar. La cocina se llenó de risas y aromas deliciosos, y mientras cenábamos, la conversación fluyó de manera natural, con Valeria contándonos sobre sus experiencias durante los años que estuvo ausente.
Al final de la cena, Valeria sugirió que jugáramos un juego de mesa. Anthony se unió a nosotros, y mientras reíamos y competíamos, la atmósfera se llenó de una calidez que había estado ausente por tanto tiempo.
Era un momento perfecto, un recordatorio de lo que significaba la familia y la amistad. Jack me miró con una expresión de amor y complicidad, y supe que estábamos construyendo un nuevo futuro juntos, uno que incluiría a Valeria, pero que siempre se centraría en nuestro pequeño núcleo.
Cuando la noche llegó a su fin, llevé a Anthony a su habitación y le leí un cuento antes de que se quedara dormido. Mientras lo arropaba, una oleada de amor me invadió, recordándome por qué había luchado tanto por él.
Regresé a la sala, donde Valeria y Jack estaban conversando. Cuando entré, ambos se volvieron a mirarme, y en sus rostros vi la esperanza de un nuevo comienzo.
—¿Te gustaría salir a caminar un rato? —sugirió Jack, levantándose.
—Claro, suena bien —respondí, sintiendo una mezcla de emoción y curiosidad.
Salimos al exterior, y la brisa suave de la noche nos envolvió. Caminamos juntos, hablando de nuestras esperanzas y sueños para el futuro. La conexión entre nosotros se sentía más fuerte que nunca, y el amor que compartíamos resonaba en cada palabra que intercambiábamos.
A medida que caminábamos, me di cuenta de que había encontrado mi lugar en el mundo. Había luchado contra la adversidad, enfrentado a mis propios demonios y, sin embargo, aquí estaba, rodeada de las personas que más amaba.
Valeria, Jack y Anthony, todos unidos en este viaje de la vida. Y en ese momento, supe que, sin importar lo que nos deparara el futuro, siempre encontraríamos la manera de enfrentar cualquier desafío juntos, como una familia.
4o mini
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NUESTROS CAMINOS CRUZADOS
Teen Fiction¿Quién dijo que después de la tormenta sale el sol cuando puede haber un rayo? Leer es una gran palabra, para mi leer es... transportarme. Al leer la primera pagina ya estoy en otra realidad, donde tengo una vida. Dejo de ser la antagonista de la m...