|Mackenzie| °meses a tu lado°
La semana comenzó con un aire renovado. Valeria se había adaptado a nuestra rutina, y cada día que pasaba me sentía más cómoda con su presencia. Anthony estaba entusiasmado con la idea de tener a su madre y a su tía Valeria cerca. La conexión entre ellos se fortalecía, y eso me llenaba de alegría.
Era viernes por la mañana cuando recibí un mensaje de Jack mientras estaba en clase. "Te espero en el parque después de la clase. Tengo una sorpresa para ti". La emoción se apoderó de mí mientras mis compañeros se dispersaban. La idea de una sorpresa de Jack siempre prometía momentos especiales.
Al llegar al parque, vi a Jack esperando, apoyado en un árbol. Su sonrisa iluminaba mi día, y no pude evitar corresponderle con otra sonrisa.
—¿Qué tienes en mente? —pregunté, acercándome.
—Solo algo para nosotros —dijo, guiándome hacia una pequeña área apartada donde había dispuesto una manta y una cesta de picnic.
—¡Esto es hermoso! —exclamé, impresionada.
Nos sentamos en la manta, rodeados de la suave brisa y el murmullo de los árboles. La cesta estaba llena de mis alimentos favoritos: sándwiches de pollo, frutas frescas y una botella de limonada. Jack había pensado en todo.
—Quería que tuviéramos un tiempo a solas, lejos de las distracciones —dijo mientras servía la limonada en dos vasos—. Sé que ha sido una semana agitada.
Comimos y hablamos sobre lo que nos había estado sucediendo. La conversación fluía sin esfuerzo, como siempre. Pero en el fondo, sentía una presión interna, una mezcla de emoción y temor por lo que estaba por venir. La idea de que Valeria estaba de vuelta en nuestras vidas también traía consigo la ansiedad de lo que significaba para nuestra relación.
—¿Cómo te sientes al respecto? —preguntó Jack, rompiendo el hilo de mis pensamientos.
—Es complicado. Estoy feliz de tenerla de vuelta, pero también me preocupa que las cosas cambien entre nosotros —respondí, buscando su mirada.
—Mack, la verdad es que yo solo quiero que seas feliz. No me importa lo que pase con Valeria; lo único que quiero es que nuestra relación siga creciendo —dijo Jack, mirándome con sinceridad.
Sus palabras me tranquilizaron, y su mirada me hizo sentir más segura. Nos acercamos y compartimos un suave beso que hizo que todo el mundo a nuestro alrededor desapareciera. En ese momento, todo parecía perfecto.
Después de un rato, Jack sugirió que hiciéramos algo más activo para disfrutar del buen clima.
—¿Qué tal si jugamos a algo? Hay una cancha de baloncesto allí —dijo, señalando una cancha cercana.
—No soy muy buena en eso, pero me encantaría intentarlo —le respondí, riendo.
Al llegar a la cancha, me di cuenta de que Jack realmente era un experto. Sus movimientos eran ágiles y precisos, mientras que yo me movía torpemente, tratando de seguirle el ritmo. Pero en lugar de frustrarme, me reía de mis propios intentos fallidos.
—Vamos, Mack. ¡Con más confianza! —me animaba Jack, sonriendo mientras encestaba una canasta con facilidad.
La competitividad entre nosotros era juguetona, y a medida que intentaba lanzar la pelota, Jack se acercaba para mostrarme cómo hacerlo correctamente. Sus manos tocaban las mías mientras me guiaba, y una chispa de electricidad se encendía en el aire.
—Ahí lo tienes, ¡justo así! —dijo, y en ese momento logré encestar por primera vez.
—¡Lo logré! —grité, sintiendo una oleada de orgullo.
Jack se acercó para darme un abrazo, y el abrazo se convirtió en un instante que se sintió eterno. Nos soltamos y me sonrió de una manera que me hizo sentir que todo estaba en su lugar.
Después de un rato, nos sentamos en los escalones de la cancha, agotados pero felices. La tarde estaba cayendo, y la luz dorada del sol nos envolvía, creando una atmósfera mágica.
—Nunca pensé que me divertiría tanto. Gracias por obligarme a salir de mi zona de confort —le dije, sintiéndome agradecida por su apoyo.
—Siempre estaré aquí para animarte, Mack. Solo quiero que sepas que, sin importar lo que pase con Valeria o lo que el futuro nos depare, tú y Anthony son mi prioridad —declaró Jack con sinceridad.
En ese momento, supe que nuestro vínculo era más fuerte que nunca. No importaba lo que viniera, estábamos dispuestos a enfrentar juntos lo que fuera. La idea de construir un futuro juntos se sentía más cercana, y la incertidumbre que había sentido anteriormente comenzó a disiparse.
Mientras el sol se ponía y el cielo se llenaba de colores vibrantes, sentí que este era el comienzo de una nueva etapa. Valeria, Jack y Anthony se convirtieron en mi nuevo núcleo, y el amor que compartíamos se sentía más fuerte con cada experiencia que vivíamos juntos.
Regresamos a casa, riendo y bromeando, listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara. La vida estaba llena de sorpresas, pero en ese momento, no me importaba lo que vendría. Estaba emocionada por lo que el futuro traería para nosotros como familia.
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NUESTROS CAMINOS CRUZADOS
Novela Juvenil¿Quién dijo que después de la tormenta sale el sol cuando puede haber un rayo? Leer es una gran palabra, para mi leer es... transportarme. Al leer la primera pagina ya estoy en otra realidad, donde tengo una vida. Dejo de ser la antagonista de la m...