°Mackenzie° | meses a tu lado
La tarde caía lentamente, tiñendo el cielo de un naranja melancólico mientras los últimos rayos de sol se filtraban por las ventanas del departamento. Jack estaba sentado en el sofá, con los codos apoyados en las rodillas y las manos entrelazadas. Su postura rígida y su mirada fija en el suelo revelaban que algo pesado estaba por venir.
—Mack, necesitamos hablar —dijo finalmente, su voz baja pero firme.
El tono de sus palabras envió un escalofrío por mi espalda. Anthony estaba en su habitación, absorto en un libro de dibujos, lo que nos daba un raro momento a solas. Me senté frente a él, con el corazón latiendo rápido.
—¿Qué pasa? —pregunté, aunque ya intuía que no sería una conversación fácil.
Jack alzó la mirada y clavó sus ojos en los míos. Había algo oscuro y decidido en ellos, algo que me hizo sentir pequeña y vulnerable.
—No puedo seguir así, Mack. No puedo vivir con esta incertidumbre. No puedo verte dudar entre Alecc y yo, no cuando ya di todo de mí para estar contigo y con Anthony.
—Jack, no estoy dudando... —traté de interrumpir, pero él alzó una mano para detenerme.
—Sí, lo estás. Cada vez que aparece, tu mundo se tambalea. Y aunque lo entiendo porque es el padre biológico de Anthony, no puedo soportarlo más.
Mi pecho se apretó. Jack nunca había hablado así, con una mezcla de dolor y resolución que lo hacía sonar como si estuviera al borde de un precipicio.
—Quiero que elijas, Mack. Ahora. O él, o yo.
Su declaración me golpeó como un puñetazo. Abrí la boca para responder, pero las palabras no salieron. Jack no me dio tiempo para recuperar el aliento.
—Estoy dispuesto a ser el padre que Anthony necesita. Estoy dispuesto a dejar todo atrás y empezar de nuevo, los tres, en algún lugar donde nadie nos conozca. Pero necesito saber que estás conmigo, completamente conmigo, sin ninguna sombra de duda.
Sus palabras eran una promesa y un ultimátum al mismo tiempo, y sentí que el suelo se desmoronaba bajo mis pies.
—Jack, no puedo simplemente borrar a Alecc de la vida de Anthony. Es su padre. Aunque tenga miles de defectos, aunque no sea perfecto, él también merece...
Jack se puso de pie de un salto, interrumpiéndome. Su rostro estaba tenso, casi irreconocible.
—¡Merece! ¿Y yo? ¿No merezco nada? ¡He estado aquí desde el principio, Mack! Cambié toda mi vida por ti, por Anthony. He hecho todo lo posible para demostrarte que soy suficiente para ustedes. Pero aparentemente, nunca lo soy.
Las lágrimas comenzaron a arder en mis ojos, pero me obligué a mantener la calma. —Jack, esto no se trata de elegir entre tú y él. Esto se trata de lo que es mejor para Anthony.
—¿Y qué hay de lo que es mejor para mí? —preguntó, con la voz rota.
Lo vi dar un paso atrás, su expresión endureciéndose mientras tomaba una decisión frente a mis ojos.
—No puedo hacer esto, Mack. No puedo vivir así. Si no puedes comprometerte conmigo ahora, entonces tal vez nunca lo harás.
—Jack...
—No me llames —dijo, cortante—. No quiero mensajes, no quiero llamadas. Cuando decidas lo que realmente quieres, sabrás dónde encontrarme.
Y antes de que pudiera detenerlo, Jack salió del departamento, cerrando la puerta detrás de él con un golpe que reverberó en cada rincón.
*****
La noche cayó como un manto pesado, y me quedé sentada en el sofá, incapaz de moverme. Mi teléfono permanecía en silencio, y cada segundo que pasaba sin noticias de Jack se sentía como una punzada en el pecho.
Anthony salió de su cuarto en pijama, frotándose los ojos. —¿Dónde está Jack?
Mi corazón se rompió un poco más al escuchar su vocecita. Me incliné para abrazarlo, tratando de mantener la voz firme.
—Salió un momento, cariño. Volverá pronto.
Pero incluso mientras decía esas palabras, no estaba segura de si eran ciertas.
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NUESTROS CAMINOS CRUZADOS
Teen Fiction¿Quién dijo que después de la tormenta sale el sol cuando puede haber un rayo? Leer es una gran palabra, para mi leer es... transportarme. Al leer la primera pagina ya estoy en otra realidad, donde tengo una vida. Dejo de ser la antagonista de la m...