|Mackenzie| °meses a tu lado°
Después de aquella noche junto al lago, algo cambió entre Jack y yo. No solo nos sentíamos más unidos, sino que nuestras conversaciones tomaron un tono de planificación y futuro. Ya no se trataba solo del presente, sino de construir una vida sólida y duradera.
Una mañana, mientras desayunábamos con Anthony, Jack propuso algo que me tomó por sorpresa.
—Mack, he estado pensando... —empezó, con una sonrisa algo nerviosa—. ¿Qué pensarías si empezamos a buscar un lugar para vivir juntos? Un lugar solo para nosotros tres.
Lo miré sorprendida, sin saber exactamente qué responder. La idea de mudarnos juntos y compartir la misma casa todos los días sonaba a lo que siempre había querido, pero no estaba segura de si estábamos listos para dar un paso así de grande.
Anthony, en su inocencia, intervino con emoción.
—¡¿Viviríamos con Jack todos los días, mami?! —preguntó con ojos brillantes—. ¡Podría jugar con él todo el tiempo!
La reacción de Anthony me arrancó una sonrisa. Sin duda, él estaba más que encantado con la idea. Jack, por su parte, me observaba con una mirada tierna, esperando mi respuesta.
—No sé, Jack... es un paso enorme, y no quiero apresurar nada —le dije sinceramente, sintiendo que debía expresar mis dudas—. Solo quiero estar segura de que estamos listos para esto.
Él asintió con comprensión y me tomó la mano sobre la mesa.
—Lo entiendo completamente, Mack. No quiero presionarte. Solo quería que supieras que estoy listo, cuando tú lo estés —me respondió, y su tono calmado me hizo sentir más tranquila.
A lo largo de las semanas, la idea se fue haciendo más presente. Cada vez que veía a Jack interactuar con Anthony, cada sonrisa y cada gesto de cariño me confirmaban que él estaba comprometido con nosotros. Mi miedo se fue disipando poco a poco, hasta que, una noche, después de acostar a Anthony, me acerqué a Jack.
—He pensado mucho en lo que dijiste, y creo que... estoy lista para hacerlo. Quiero construir una vida contigo, Jack. Quiero que seamos una familia, todos juntos.
Él me miró con una felicidad pura y sincera, y no pudo evitar besarme con emoción. Era como si una gran parte de nuestras vidas finalmente encajara en su lugar.
A partir de ese momento, empezamos a buscar un nuevo hogar, uno que fuera ideal para nosotros. Revisamos algunas casas y departamentos, y en cada uno nos imaginábamos a nosotros tres, riendo y disfrutando del espacio juntos. Finalmente, encontramos una pequeña casa con un jardín donde Anthony podría jugar, y una terraza donde Jack y yo podríamos ver el atardecer juntos.
La mudanza no fue fácil, pero cada día era una aventura. Jack se encargó de cargar las cajas más pesadas y hacer bromas para mantenernos motivados. Anthony estaba fascinado con la idea de tener su propia habitación, y pasaba horas decorándola con sus juguetes favoritos.
Cuando por fin logramos instalarnos, aquella primera noche fue especial. Nos sentamos en la terraza, compartiendo una cena sencilla bajo las estrellas. Jack y yo nos miramos, sabiendo que estábamos dando un paso enorme, pero convencidos de que habíamos tomado la decisión correcta.
—A este nuevo comienzo —dijo Jack, levantando su vaso en un brindis improvisado.
—A nuestra nueva vida —respondí, con una sonrisa llena de amor y gratitud.
Nos abrazamos y, por primera vez en mucho tiempo, sentí que había encontrado el lugar al que pertenecíamos. Una casa llena de amor, donde Jack, Anthony y yo comenzaríamos nuestra historia como familia.
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NUESTROS CAMINOS CRUZADOS
Teen Fiction¿Quién dijo que después de la tormenta sale el sol cuando puede haber un rayo? Leer es una gran palabra, para mi leer es... transportarme. Al leer la primera pagina ya estoy en otra realidad, donde tengo una vida. Dejo de ser la antagonista de la m...