One Shots DESCENDIENTES

UNA CANCIÓN PARA EVIE (DEVIE)

Era una tarde tranquila en Auradon, y Evie se encontraba en su taller, perdida entre telas, hilos, y bocetos. Había estado trabajando en su nueva colección durante semanas, y con cada día que pasaba, el agotamiento se hacía más difícil de ignorar. Sin embargo, su pasión por la moda y el deseo de demostrar lo que podía hacer siempre la impulsaban a seguir.

Doug lo había notado. Aunque Evie trataba de ocultar su cansancio con sonrisas y optimismo, él sabía que ella estaba trabajando más de la cuenta. Así que, mientras Evie estaba en su taller, Doug se dedicó a organizar una sorpresa especial.

Cuando el reloj marcó las 7 de la tarde, Evie finalmente se sentó, agotada pero satisfecha, observando los bocetos que había terminado ese día. Justo entonces, la puerta se abrió suavemente, y Doug asomó la cabeza, con una gran sonrisa en el rostro.

DOUG: ¿Trabajando tarde otra vez, diseñadora estrella? (bromeó mientras entraba al taller).
EVIE: (sonrió, sintiendo cómo el cansancio comenzaba a disiparse un poco al verlo). Ya sabes cómo soy... solo me faltan unos pequeños detalles. Pero en serio, ¡ya casi termino!
DOUG: (se acercó y le ofreció su mano). Tienes que venir conmigo.
EVIE: (levantó una ceja, divertida y un poco intrigada). ¿Adónde vamos?
DOUG: Es una sorpresa. Confía en mí (dijo él con una sonrisa cómplice).

Evie no dudó y tomó su mano. Dejando su taller por esa noche, se dejó guiar por Doug a través de los pasillos del castillo. Llegaron hasta el jardín principal, que estaba decorado con luces y pequeñas velas que brillaban en la oscuridad, iluminando un rincón acogedor donde había colocado una pequeña mesa con bocadillos y una manta sobre la hierba.

EVIE: Doug, ¿qué es todo esto? (preguntó Evie, sorprendida).
DOUG: (se rascó la cabeza, algo tímido). Sé que has estado trabajando mucho, y quería darte un descanso. Así que... preparé esto para que te relajes un poco. Espero que te guste.
EVIE: (sonrió, conmovida por el gesto). Es perfecto. Realmente necesitaba algo así.

Doug tomó su guitarra, que había colocado discretamente junto a la mesa, y miró a Evie con una chispa de emoción en los ojos.

DOUG: Y, bueno, también escribí algo para ti... una canción.
EVIE: (abrió los ojos sorprendida). ¿Para mí?
DOUG: (asintió y se aclaró la garganta, colocando sus dedos en las cuerdas de la guitarra). Esta canción es sobre todo lo que eres, Evie. La forma en que iluminas el lugar con tu sonrisa, tu perseverancia, tu talento... y todo lo que haces que sienta cada vez que estoy contigo.

Entonces comenzó a tocar. La melodía era suave, y su voz, aunque tímida al principio, comenzó a llenarse de confianza mientras cantaba. Las letras eran dulces y sinceras, describiendo cómo Evie lo había inspirado a ser una mejor persona y cómo, en sus ojos, ella siempre sería su reina.Evie sintió cómo sus mejillas se calentaban, y no pudo evitar que sus ojos se humedecieran. Nadie había hecho algo tan especial para ella. En cada nota y cada palabra, podía sentir el amor genuino de Doug, y eso la conmovía profundamente.

Al terminar la canción, Doug levantó la vista para mirarla.

DOUG: Sé que no soy ningún gran músico, pero... quería hacer algo que fuera solo para ti.
EVIE: (se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza). Doug, eso fue... fue lo más hermoso que alguien ha hecho por mí. Ni siquiera sé cómo agradecerte.

Doug sonrió y la sostuvo entre sus brazos, acariciándole suavemente el cabello.

DOUG: No tienes que agradecerme. Solo quiero que sepas cuánto te amo.

Evie se separó ligeramente y miró a Doug a los ojos, antes de acercarse y besarlo. Fue un beso tierno y lleno de gratitud, un reflejo de todo el amor que sentía por él. Bajo las luces y el cielo estrellado, el mundo exterior desapareció, y por un momento, solo existían ellos dos.Cuando se separaron, Evie sonrió con picardía.

EVIE: ¿Sabes? Esta puede ser la mejor pausa de trabajo que he tenido en mi vida.

Doug rió suavemente y volvió a tomar su guitarra, tocando algunas notas al azar mientras seguían conversando y compartiendo esa noche especial.

Así, bajo las estrellas y con una melodía única en sus corazones, Doug y Evie crearon un recuerdo que, para ambos, se sentiría como una canción eterna de amor y complicidad.