ESTÁ HISTORIA ESTÁ MARCADA COMO COMPLETA, PERO, SE SIGUEN AÑADIENDO CAPÍTULOS.
Serie de One Shots de las parejas de Descendientes
PAREJAS:
+Devie
+Beal
+Jarlos
+Jonnie
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El sol comenzaba a ponerse en Auradon, pintando el cielo de tonos cálidos mientras Mal caminaba por los pasillos del castillo. Había sido un día agotador. Entre las reuniones con el consejo real y los preparativos para el próximo baile, sentía que apenas había tenido un momento para sí misma.
BEN: ¿Lista para escapar por un rato? (preguntó una voz familiar detrás de ella).
Mal se giró y vio a Ben, de pie con las manos en los bolsillos y una sonrisa tranquila en el rostro. Su sola presencia hizo que todo su estrés comenzara a desvanecerse.
MAL: ¿Escapar? ¿Adónde? (preguntó ella, arqueando una ceja). BEN: Confía en mí (dijo Ben, ofreciéndole la mano). Es una sorpresa.
Mal sonrió suavemente y tomó su mano, dejándose guiar. Caminaban juntos hacia los jardines del castillo, pero Ben no se detuvo en las áreas habituales. La condujo por un sendero escondido, cubierto de flores silvestres y arbustos que formaban un arco natural.
Finalmente, llegaron a un claro oculto, donde un pequeño jardín privado se extendía ante ellos. Había luces colgantes que brillaban suavemente entre los árboles, una manta extendida sobre la hierba, y un par de faroles que iluminaban el espacio con una luz cálida y acogedora.
MAL: ¿Qué es esto? (preguntó Mal, sorprendida y conmovida). BEN: Tu propio espacio (dijo Ben, sonriendo mientras se giraba hacia ella). Sé cuánto amas los momentos tranquilos, lejos de todo. Este lugar estaba abandonado, pero pensé que sería perfecto para ti.
Mal miró a su alrededor, asimilando el gesto. El jardín parecía salido de un cuento de hadas, con flores lilas y moradas (sus colores favoritos) y un pequeño banco tallado con intrincados diseños.
MAL: Es hermoso (susurró, volviendo su atención a Ben). No tenías que hacer esto por mí. BEN: (dio un paso hacia ella, tomando sus manos). Lo hice porque quería. Te mereces un lugar donde puedas respirar, donde puedas ser solo tú, sin preocuparte por todo lo demás.
Mal sintió que su corazón se llenaba de calidez. Había aprendido a ser fuerte y a cuidar de sí misma, pero con Ben, siempre se sentía protegida y amada de una manera que nunca antes había experimentado.
Se sentaron juntos en la manta, compartiendo una pequeña canasta de frutas y dulces que Ben había preparado. Mientras hablaban, Mal no podía dejar de admirar cuánto se preocupaba por los pequeños detalles, como elegir sus golosinas favoritas o asegurarse de que las luces fueran lo suficientemente tenues para no abrumar el espacio.
MAL: Ben (dijo ella después de un rato, mirándolo fijamente). ¿Cómo lo haces? BEN: ¿Hacer qué? (preguntó él, levantando una ceja). MAL: Hacerme sentir así (respondió Mal, con una sonrisa que reflejaba tanto amor como asombro). Como si siempre supieras exactamente lo que necesito, incluso cuando yo misma no lo sé. BEN: (tomó su mano y la apretó con suavidad). Porque te amo, Mal. Y no hay nada que me haga más feliz que verte sonreír.
Mal se inclinó hacia él, dejando que sus labios se encontraran en un beso suave pero profundo, lleno de todo lo que no podía expresar con palabras. En ese momento, bajo las luces brillantes y rodeados de flores, el tiempo pareció detenerse.
Cuando se separaron, Mal apoyó su cabeza en el hombro de Ben, observando cómo las estrellas comenzaban a brillar en el cielo.
MAL: Gracias, Ben (murmuró). Por esto, por todo. Eres lo mejor que me ha pasado. BEN: (sonrió, acariciando suavemente su cabello). Siempre estaré aquí para ti, Mal. Siempre.
Y así, en el rincón más mágico de Auradon, compartieron una noche que se sintió eterna, recordando que su amor era el refugio perfecto en medio del caos del mundo.