El vehículo que lo llevaba al estreno frenó y se podían oír los murmullos en el exterior, pero Jungkook se quedó sentado. Sabía que no debía bajar hasta que lo avisasen. Se había negado a realizar un preestreno (no quería que nada se filtrase) así que habría mucha prensa, aunque solo fuese por el morbo.
El día había llegado y Jungkook no tenía claro si estaba nervioso o no. Racionalmente, la suerte estaba echada. Si había algo que tenía claro, era que Park Jimin iba a enamorar al público. Como lo había hecho con él. Pero, si era sincero consigo mismo, le preocupaba que no se recibiesen buenas críticas y su equipo lo terminase pagando. El bailarín incluido.
Pensó en él. Ni siquiera podían estar juntos en la alfombra roja ya que Jimin tenía que llegar con el resto de los protagonistas. No le había querido enviar ninguna foto de su look y el modista tampoco había soltado palabra, Jimin ya lo había aleccionado. Al menos la tortura de esas semanas separados por fin iba a terminar.
Jungkook no podía esperar a tenerlo a su lado.
...
Jimin estaba extrañamente tranquilo. Taehyung, sentado a su lado, lo miraba de reojo y el bailarín no pudo evitar sonreír. Tenía al mejor chingu del mundo.
-Taetae, estoy bien. De verdad – el idol se sonrojó al saber que lo habían pillado.
-¿Seguro?
* Unas semanas antes*
- A la de 3 salimos – gritó Tae desde su probador. – 3... 2... ¡Tada!
Se asustó en cuanto saltó del probador y vio que Jimin no había salido. Llevaba mala cara desde que habían llegado al modista. No había querido agobiarlo de más y no había preguntado, pero el idol tenía claro hacía tiempo que algo pasaba.
Su soulmate llevaba días como distraído, siempre mirando hacia atrás todo el tiempo. No había querido presionarlo porque todo parecía ir bien. Se había equivocado.
Abrió la puerta del probador donde estaba su amigo y lo encontró en el suelo con la cabeza entre las piernas intentando respirar. Las manos en sus rodillas apretaban tan fuerte que los nudillos estaban blancos. Surcos de lágrimas silenciosas en sus mejillas.
-¡Jimin! – gritó para sacarle del trance – Mírame, Min, vamos.
Sintió alivio cuando el bailarín levantó la cabeza y sus ojos cristalinos se fijaron en los suyos. Lo cogió de las manos para evitar que siguiese haciendo fuerza y lo apretó un poco para darle apoyo.
-Venga, como ya sabes. Inhala. Exhala. – apoyó una de las manos de Jimin en su pecho – Sigue mi respiración. Inhala. Exhala. Inhala... muy bien – añadió al notar que el otro se relajaba. No había sido de los peores.
De todas formas le costó unos minutos respirar con normalidad y dejar de llorar. Tae no dijo nada. Solo siguió a su lado hasta que Jimin se tranquilizó por completo.
-El traje – dijo por fin el bailarín levantándose de golpe. Se tambaleó.
-Hey, tranquilo – Tae lo hizo salir del probador y sentarse en uno de los sofás de la zona de espera.
El director no había escatimado en gastos y además de que el lugar era confortable, tenían toda la zona para ellos. Era una suerte, porque Jimin siempre se quedaba agotado después de sufrir un ataque de ansiedad.
-¿Tienes tus pastillas?
-No las necesito. Estoy bien.
-Jimin.
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But He Fell Harder [Jikook]
RomanceLa historia empieza casi por el final. El día en el que, por fin, Park Jimin se convierte en Jeon Jimin. Eso es importante, pero lo es aun más todo lo que han tenido que pasar para llegar a ese momento. ¿Habrá válido la pena? Espero que sí. Quiero a...