Capítulo 35

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En otras circunstancias Jimin habría dejado pasar el tiempo, pero no esta vez. Aunque había sido por la preocupación, sabía que le había dado a Jungkook donde más le dolía.

Tenía que arreglarlo.

Al llegar al baño y ver a Jungkook en la ducha tan cabizbajo se sintió aún peor. Haciendo el mínimo ruido posible se desnudó a toda velocidad y se metió con él, cogiéndole por la cintura desde detrás para pegarse a su espalda. El director se tensó durante unos segundos, pero luego simplemente se dejó abrazar

-Perdóname – Susurró el bailarín, su voz amortiguada por estar pegado a la espalda de Jungkook.

-Solo si tú me perdonas a mí.

-Estoy preocupado, Jeon.

El director se movió y Jimin le soltó pensando que iba a volver a enfadarse, pero Jungkook se dio la vuelta para poner sus manos en las mejillas del bailarín.

-Lo sé. Y te quiero por ello, pero puedo ocuparme yo solo.

-A lo mejor puedes, pero no tienes por qué. Porque yo también te quiero y quiero estar contigo.

-No te merezco. Yo no estuve a tu lado cuando me necesitabas.

-No lo sabías, Jungkook. Y desde que eso ha cambiado no has soltado mi mano. Yo...

Jungkook notó como los ojos de Jimin se humedecían y decidió cortarle. Besándole. Fuerte.

El bailarín gimió por la sorpresa, aunque eso no evitó que en dos segundos estuviera devolviendo el beso con la misma fuerza. Jungkook le cogió de la cintura y cambió sus posiciones haciendo que la espalda de Jimin chocase contra los fríos ladrillos de la pared de la ducha.

El director se acercó a él y pudo ver que su polla ya estaba medio dura. Mientras volvían a besarse, Jimin metió una mano entre sus cuerpos para coger el miembro del director y empezar a bombearle, despacio, contrastando con la forma en la que sus bocas se estaban devorando y...

Alguien llamó a la puerta de la caravana.

-No hagas caso – dijo Jimin sobre su boca – Jeooon... - lloriqueó frustrado unos segundos después cuando Jungkook se alejó de él para salir de la ducha y ponerse un pantalón y una camiseta a toda velocidad.

Los golpes se repitieron. Parecían estar impacientes. Seguro que llevaban un buen rato llamando hasta que ellos lo habían oído a pesar del ruido del agua en la ducha y sus propios gemidos.

El director abrió la puerta con rabia pensando que sería alguno de sus amigos, pero se quedó parado cuando se encontró con un desconocido. Uno muy atractivo, pero aun así...

-¡Seojoon! – Jungkook se giró a mirar a Jimin, pero solo le dio tiempo a verle correr con la camisa abierta (que por cierto no parecía pertenecer al bailarín) y lanzarse en los brazos de la persona que estaba en la puerta.

-Hola Chim Chim– le contestó el aludido, cogiendo al bailarín en brazos sin dificultad mientras Jungkook alucinaba.

¿Qué está pasando? Pensó el director. Cuando el desconocido que empezaba a convertirse en enemigo dejó al bailarín en el suelo, Jungkook se acercó a él y le cerró la camisa. Jimin le miró asombrado, pero empezó a abrocharse los botones sin decir nada, volviendo su atención al recién llegado.

- ¿Qué haces aquí? Estoy tan contento de verte.

-Jungkook me llamó – eso hizo que el director empezase a prestar atención de nuevo al anteriormente desconocido casi enemigo y que ahora, por fin, se había transformado en su mente en el doctor Park Seojoon. Al que él mismo le había pedido que viniese. Se dio una bofetada mental por no haber pensado antes en mirar cómo era físicamente.

But He Fell Harder [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora