Capítulo 60

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Hoy es mi fiesta de cumpleaños y el hecho de ver a mi esposo vistiendo como príncipe me hace tener las hormonas muy revueltas, ¡Se ve tan guapo! Mi madre había preparado todo para mi fiesta, eso incluyó la vestimenta de mi esposo quien trataba de ajustar la camisa en su cuello.

Se ve incómodo, si bien se ve realmente guapo, él al mismo tiempo se muestra muy incómodo por el atuendo y las ostentosas decoraciones que la rodean, eso sin mencionar las joyas de oro y diamantes que lo hacen ver cómo alguien "de mi nivel"

No todo el mundo sabe sobre mi relación con un hombre extranjero, muchos aún creer que estoy comprometido con una joven mujer de la alta sociedad.

La familia de mi anterior prometida se mantiene muy molesta por la cancelación del compromiso, ellos obviamente no estarán invitados a la celebración de mi cumpleaños para evitar escándalos innecesarios, aunque de igual modo he oído rumores que ellos han ido esparciendo.

La celebración de mi cumpleaños es la instancia perfecta para anunciar oficialmente mi relación con Axe, aunque mi padre no está de acuerdo con esta decisión, incluso mencionó que podríamos mantenerlo en secreto de la gente y la iglesia.

Yo comprendo que se mantenga preocupado por todo lo que esto podría implicar, se supone que nuestra religión no permite relaciones de este tipo y el hecho de que un obispo esté en mi fiesta de cumpleaños lo mantiene bastante estresado.

No fui yo quien lo invitó, de hecho, siempre aparece con el propósito de bendecir mi existencia y se hace una ceremonia en mi honor, aunque ciertamente prefiero que este año no participe.

Sé lo que dirá, yo también lo solía decir al oír sobre estas relaciones, pero actualmente las cosas cambiaron en mi vida y no deseo que Axe se sienta incómodo por los comentarios.

No estoy nervioso por lo que pueda pasar conmigo, sino que me siento nervioso por lo que él podría sentir a lo largo de la fiesta. Obviamente no quiero ocultarlo, él dijo que podía aceptarlo, pero sé que de igual modo le lastima la idea de ocultarse.

Yo no quiero hacerlo pasar por eso, él es mi esposo y debe ser presentado como tal por mucho que a todos los ministros les preocupe la aceptación de la gente.

Cuándo abrieron las puertas del gran salón anunciando a mi padre, sostuve la mano de Axe, viendo como parecía nervioso y estresado.

Sus ojos buscaron los míos rápidamente, me dedicó una sonrisa que trataba de ser calmada, así que decidí darle un beso en los labios como premio.

Pasar por todo esto no debe ser fácil para alguien como él. No está acostumbrado a todo este teatro en donde es anunciado para entrar a una habitación, por lo que cuando anunciaron mi nombre, caminé hacia el trono en donde mis padres esperaban.

Primero entra el rey, luego la reina, seguido el príncipe y al recibir reverencias, Axe fue anunciado como príncipe de su país.

Todo el mundo lo volteó a mirar, era imposible no hacerlo, aunque las jóvenes solteras parecían querer arrebatarlo de mis brazos.

Como era mi cumpleaños, pude autorizar el inicio de la fiesta mientras miraba a la distancia como el obispo se acercaba con sus discípulos.

—Rey, Reina— dijo haciendo una reverencia— Príncipe— añadió viéndome a los ojos con cierto desagrado— han llegado a mis oídos por parte de la señorita que el príncipe se ha casado, ¿es eso cierto?

—Sí— respondí viéndolo sin expresión en mi rostro.

—Ella mencionó que era un hombre...— añadió con cierto rechazo.

—Es cierto— habló mi padre desde su trono.

—Me sorprende que usted, majestad, esté a favor de esas prácticas sodomitas. El aceptarlo es casi tan castigado como el que las implementa— le aseguraba— con lo intachable que es su fe, no quisiera que se vea corrompido por prácticas castigadas e inmorales.

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