Ver a mi esposo jugando con los pequeños es algo de lo que creo jamás me cansaré de apreciar, principalmente porque sé que está creando recuerdos inolvidables con ambos pequeños, convirtiéndose en un gran padre y tío.
Axe y el príncipe nos avisaron que darían una vuelta después de almorzar, llevan mucho tiempo sin estar aquí, era evidente que deseaban recorrer juntos este hermoso lugar, además sabían que su princesa estaba en buenas manos.
Yo estaba sentado bajo la sombra a la vez que observaba a mi esposo jugar, atrapando a nuestro pequeño cuando consiguió sentarse en el pasto, haciendo chillar a la princesa quién corrió en mi dirección rápidamente.
—¿Qué pasó, cariño?— le pregunté.
—El monstruo de las cosquillas nos quiere atacar— dijo sentándose en mis piernas para que la protegiera.
Aleph me gritaba entre risas, cayendo al suelo donde Conrad lo recostó. Como Sophia estaba en mis piernas, no pude acercarme para ayudarlo, aunque por suerte no fue necesario ayudarlo, Conrad lo liberó poco después, dejándose caer de espaldas completamente derrotado.
—Me hago mayor— se quejó con los brazos abiertos, mirando en dirección al suelo a la vez que yo tenía a ambos pequeños a mi lado.
—Mami, he vencido a papá— me anunciaba con orgullo mi pequeño.
—Yo también ayudé— me aseguró Sophia.
—¡Tú escapaste!— le chilló Aleph.
—Pero te ayudé antes de escapar— le respondió inocentemente.
—Mi amor— me llamó mi esposo, estirando sus manos para que lo ayudara a levantarse.
—No estás tan mayor— le dije riendo.
—Ay mi espalda...—dijo levantándose como un señor mayor, dramatizando sólo porque quería mi atención.
—Con un besito de mami los dolores desaparecen— le aseguraba Aleph.
—Señora Conrad, ¿me da un besito sanador?
—No quiero— respondí, pero de igual modo me lo robó.
—¿Y así dices que quieres otro hijo?— interrogué— ni siquiera puedes jugar como antes.
Conrad carcajeó, sabiendo que lo decía justamente para desmentir su dolor, uno que se vio obligado a confesar que no era real sólo porque lleva meses insistiendo en tener otro bebé.
Él dice que no importa su género, aunque sé que le gustaría tener "la parejita" para poder presumir a una dulce señorita.
Ya he hablado con Julieta sobre ello, lo hicimos hace tiempo, ella rápidamente se puso del lado de Ryan, sabiendo que nosotros éramos unos excelentes padres y que una pequeña en nuestras vidas nos haría muy felices.
El plan es darle la noticia a mi esposo en su cumpleaños, según nuestras cuentas el bebé debería nacer dentro de unos meses, aunque mi esposo no sabe que le daré esa sorpresa.
De cierta manera gracias a esto he salido menos, además cuando salgo uso vestidos con un poco de volumen para insinuar un vientre para que nadie sospeche que "nació un día para el otro"
Julieta lleva varios meses sin visitarnos, he sido yo quien ha ido a su casa cada que mi esposo no está, ayudándola en todo lo que está en mi mano.
Ella sólo reza para que sea una pequeña, aunque en realidad no es obligatorio, a mí no me importaría tener otro niño.
...Narra el príncipe...
No puedo dejar de emocionarme por cada pequeña cosa que mi mente recuerda de este lugar, hay varios cambios, pero cuando vemos cosas que siguen exactamente igual a como las recordaba, no puedo evitar chillar de felicidad.

ESTÁS LEYENDO
De Alquiler
FantasyMi nombre es Charlie, pero también soy Samantha, ambos son el mismo ser a pesar de que existan muchas diferencias entre nosotros, principalmente durante las noches cuando Samantha se ve forzada a intercambiar sus sonrisas por dinero. Debido a la épo...