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El ambiente en la piscina estaba cargado de energía aquella mañana. Los rayos del sol se filtraban a través de los grandes ventanales, iluminando el agua cristalina con destellos dorados. Oscar estaba en la plataforma de salida, ajustándose los goggles mientras escuchaba las instrucciones de Sam, quien estaba parado cerca con una tabla de tiempos en mano.

— Bien, equipo — dijo Sam, con su tono siempre seguro y motivador — Hoy vamos a trabajar en mejorar las transiciones y la velocidad en los últimos 50 metros... Quiero que enfoquemos nuestra energía en la precisión y la explosividad.

Oscar asintió con determinación. Había estado esperando este momento desde que le levantaron la suspensión activa. La pelea con Marvin había sido un error, pero había aprendido de ella, y ahora quería demostrar que estaba listo para darlo todo tanto en el agua como fuera de ella.

Valerie, ya en la piscina, nadaba en un ritmo suave para calentar. Sus movimientos eran impecables, cada brazada un ejemplo de técnica y velocidad. 

— Oscar, más te vale ponerte al día... No pienso dejar que te relajes solo porque acabas de volver — dijo la clavadista con una sonrisa juguetona.

Marjorie, en el carril contiguo, hacía lo suyo con una gracia que parecía casi antinatural. Los movimientos fluidos y elegantes que la caracterizaban como nadadora sincronizada se traducían en una sorprendente velocidad en el agua. 

— Subestímenme si quieren — comentó mientras pasaba por delante de Valerie con un movimiento de delfín impecable — Pero no se sorprendan cuando cruce la meta antes que ustedes.

— Aqui nos encanta la confianza— respondió Sam, riendo — Ahora todos a sus posiciones... Vamos a hacer un simulacro de relevos.

Oscar se posicionó, sintiendo la familiar tensión antes del arranque. La última vez que compitió en South Beach con este equipo, habían dejado una marca imborrable en la competencia. Ahora, con Town's Heart en el horizonte, sabía que no podían bajar la guardia.

— Ok Sam, ¿Listo? — dijo Dan, antes de colocarse el silbato en la boca, Sam asintió.

Dan hizo sonar el silbato, y Sam fue el primero en lanzarse al agua.

Su técnica era impecable, cortando el agua como un misil, cada brazada medida con precisión olímpica. Al llegar al extremo, tocó la pared, y Marjorie se lanzó con un impulso fluido, tomando la delantera con una velocidad inesperada. Valerie tomó el relevo después, impulsándose con fuerza y haciendo gala de su velocidad en distancias cortas.

Finalmente, le tocó a Oscar. Con un salto poderoso, se sumergió y sintió el agua abrazarlo. Su cuerpo se movía con determinación, cada brazada estaba alimentada por su deseo de demostrar su valía. Cuando llegó al extremo de la piscina, respiraba con fuerza, pero estaba lleno de una satisfacción renovada.

Sam los observó con una sonrisa aprobatoria mientras todos se reunían al borde de la piscina.

— Buen trabajo, equipo... Estamos en el buen camino.

A final de la semana...

Oscar caminaba con paso firme hacia la casa de los padres de Sam, sosteniendo una bolsa con la cena que ambos disfrutarían esa noche. Aunque la relación entre ellos estaba llena de altibajos emocionales, Oscar había encontrado en Sam un refugio que lo ayudaba a sanar de las heridas del pasado.

Mientras atravesaba una calle solitaria, a pocos metros de la casa, una figura familiar apareció en la penumbra.

Era nada más y nada menos que Marvin.

Se veía demacrado, con ojeras pronunciadas y una expresión llena de frustración y cansancio. Desde la pelea a golpes entre ambos y su expulsión del centro, Marvin había desaparecido prácticamente del radar de todos. Y ahora, ahí estaba, frente a Oscar, con los ojos llenos de rabia contenida.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora