CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONE

"A pesar de todo lo extraño"

Hermione entró a la tienda después de unos minutos, cogió su suéter que reposaba sobre su cama y se lo puso ya que comenzó a sentir frío. Posó los ojos en su amigo Harry, con quien tenía un asunto pendiente.

-Bien, Harry, siéntate para cortarte el cabello.

Hermione había accedido a la petición de Potter de cortarle el cabello, llevaba semanas pidiéndole aquello, ya que su cabello estaba algo largo, realmente la chica no quería porque no sabía absolutamente nada al respecto y no quería dejarle un mal resultado, pero ante la insistencia del azabache, ella cedió.

Harry tomó asiento y Granger inicio con el trabajo.

-Haré lo mejor que pueda, pero sabes que no sé nada de cortar el cabello, Harry.-Advirtió como por centésima vez.

-Sí, no te preocupes.

Remangó las mangas largas de su suéter y dio comienzo, mientras cortaba, solo se escuchaba el ruido que causaba el corte de las tijeras y la radio de Ron proveniente de su cama, lo cual, no estaba para nada alejado de ellos. A pesar de que resultaba un tanto exasperante que el pelirrojo la escuchara casi todo el tiempo, de ese modo al menos no se desinformaban de la situación actual en el mundo mágico, gracias a ella, se enteraron que Snape era el nuevo director de Hogwarts.

-Oye-Habló Weasley, bajando el volumen de su radio-Lo que llevas puesto en la muñeca, ¿es un brazalete?

Sus ojos se desviaron al accesorio que mencionó Ron, permanecía en su muñeca, mordió su labio al presentir el interrogatorio que seguramente el joven le haría.

-Sí, es un brazalete, Ronald-Contestó sin detenerse.

Harry también lo observó.

-Nunca te lo había visto, ¿lo has usado antes?

-Algunas veces-No mentía.

-¿Y quién te lo dio?-Se interesó. Ya se esperaba esa fastidiosa pregunta.

No podía decirle la verdad y menos en ese momento, puesto que no estaban en una situación muy favorable, además de que Ron llevaba puesto el guardapelo.

-Mis padres.

Estuvo a punto de decir que Viktor, pues fue el primero en llegar a su mente para encubrirse, pero creyó que la respuesta que brindo sería mucho mejor.

Harry le lanzó una mirada como de complicidad, él ya sabía su secreto, por lo que se hizo la idea de quien se lo obsequió en realidad.

-¿Puedo verlo?-Pidió Ron.

-¿Ahora? Estoy un poco ocupada, Ronald.

-Solo será un segundo-Él se puso de pie y se aproximó a Hermione.

Tomo su muñeca y lo contempló con atención, Granger realmente no quería que eso pasara. Ron podía llegar a ser sumamente entrometido algunas veces.

-Es lindo-Dijo. Cosa que sorprendió a la chica, ella esperaba que mencionara algo referente al color de la pied...-Aunque si tus padres saben que el color característico de tu casa es rojo, ¿por qué darte una piedra con el color de Slytherin?-Lo pensó demasiado pronto.

Sabía que le preguntaría algo como eso.

-A pesar de eso, el verde es un color universal, Ronald, a mis padres les gusta ese color. No necesariamente tiene que relacionarse con las casas.-Se encogió de hombros. Retiró su muñeca del agarre y continuo cortando el cabello de Potter.

-Si, bueno...-Iba a decir algo más pero Hermione lo cortó.

-¡Por Merlín!-Exclamó de pronto la castaña sobresaltando a los chicos.