Capítulo 23.

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17 de abril

-Estas son para usted y estas otras para él -le explico al abuelo de Ajax.

-Te he dicho muchas veces que me llames Eric. Me haces sentir viejo -me reprende.

-Bueno, Eric -marco su nombre-. Dáselas de mi parte.

Hace un ademan para señalar que lo ha entendido.

-¿Le quieres endulzar la vida al macarra? -pregunta curioso.

-Es una recompensa por haberse esforzado en aguantar a mi mejor amiga.

Asiente y deja las galletas que he traído sobre la mesa de la cocina. Ayer a Carolina y a mi nos entraron ganas de azúcar y nos pusimos a hacer galletas, magdalenas y cosas así. Se me ocurrió que quizás a Eric y Ajax les gustaría probarlos, pero al parece he venido justo cuando el no está.

-Hasta otro día -digo.

-Siempre eres bien recibida en esta casa y más si traes dulces caseros. No como de estas cosas desde hace mucho.

No puedo evitar reír. Han salido tan ricos porque me ha ayudado Carolina, sino, solo habrían salido comestibles.

-Gracias y nos vemos pronto -sacudo la mano como despedida.

Salgo de la casa y bajo por las escaleras en vez del ascensor. Hoy me siento con energía. Ya casi hemos acabado lo exámenes y puedo decir con orgullo que casi no me he estresado. No sé si es por yoga o por que en los descansos de diez minutos que hacía al estudiar Ajax me robaba alguna risa.

-¡Circe! -pego un pequeño salto en medio de la calle al escuchar esa voz aguda.

Me giro de inmediato. Mireia saluda con entusiasmo en mi dirección. Va un poco más descuidada que el día que la conocí, pero sigue siendo muy guapa. Diría incluso que es aún más guapa de lo que recordaba por que ahora no lleva maquillaje y sigue luciendo muy bien. Eso tiene mucho merito.

-Hola -sonrío mientras se acerca a mi con paso saltarín.

-¿Qué tal?

-Muy bien -respondo-. ¿Y tú?

-De maravilla -sonríe-. Hace mucho que no te veía. Es una agradable sorpresa.

No puedo decir que la odie. De hecho, creo que es muy agradable. Es alegre, amable y divertida. No es una chica que me imaginaría en las amistades de un antisocial como Ajax.

-Lo mismo digo -respondo.

-¿Cómo vas aguantando al idiota de Ajax?

¡A eso me refiero! Esta chica adora meterse con él, al igual que yo.

-Hago lo que puedo.

Ambas reímos.

-Bueno, voy a ver al idiota -dice dando un paso atrás.

-No está en casa -advierto.

-No tardará en llegar del gimnasio -se encoge de hombros-. Un placer verte, Circe.

El pensamiento de un Ajax sudado me distrae un segundo.

-Igualmente -respondo re conectando con la tierra.

La veo llamar al interfono y desaparecer en cuanto le abren la puerta.

Me pregunto desde hace cuanto se conocen. Puedo notar que hay mucha confianza entre ellos, más aún que con Sebastià.

Quizás tuvieron algo.

Quizás aún lo tienen.

23 de abril

Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora