Capítulo 16.

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13 de marzo

Me despido de Corban delante de mi taquilla para poder coger mi libro de filosofía. Una vez pongo el código en la rueda, esta se abre dejándome ver un papel blanco. Sonrío de inmediato. Sé que es una nota de mi admirador secreto, de cierta manera estaba deseando encontrar una. Últimamente suelen ser tiernas y eso es encantador.

"Inmovilizado por tu dulzura, soñando con no despertar de tu sueño, refugiado en ti"

Suenan casi a poesía. Sin dejar de sonreír la guardo en el sobre en el que estoy depositando todas y cada una de ellas. Me hace ilusión recibir cartitas como en las películas.

En el aula de filosofía me siento donde siempre, Ajax ya está en su sitio, estirado sobre la silla haciendo que sus largas piernas sobresalgan bajo la mesa. Va completamente de negro, tan oscuro y sencillo como de costumbre. El día que lo vea usar una camiseta negra, juro que me quito la camiseta en su honor. Río mentalmente por la tontería que acabo de pensar.

-Hola -digo con naturalidad sacando las cosas de mi mochila.

-Hey -responde sin mirarme, con la vista fija en la pizarra aún limpia.

Lo observo unos instantes, sé que me ha dado un vistazo por el rabillo del ojo.

-¿Cuándo vamos a quedar para hacer el trabajo?-pregunta girando levemente la cabeza, pero sin mirarme frente a frente.

Me he dado cuenta de que cuando estamos rodeados de tanta gente rehúye de mi contacto visual. Eso me inquieta.

-Hoy no puedo -declaro, porque hoy al fin he quedado con Dan para dejarle las cosas claras y después tengo clase de yoga.

-Eres una chica muy solicitada, fierecilla -bromea, de repente coge un boli de mi estuche y abre la libreta que tengo sobre la mesa-. Hagamos una cosa -dice con lentitud mientras su mano se mueve sobre el papel-: cuando estés libre me llamas y quedamos, porque ha este paso no lo acabaremos nunca.

En el momento en el que suelta mi bolígrafo me doy cuenta de que su número de teléfono está grabado en una esquina de mi libreta. Miro el papel y después lo miro a él, cuando abro la boca para hablar, el profesor de filosofía llega.

-Bueno, bienvenidos al apasionante mundo de la filosofía -dice entusiasmado, como si la vida le dependiese de motivarnos-. Hoy vamos a hablar de los estados de la mente según la verdad.

Oculto una pequeña sonrisa. Mi profesor de filosofía es realmente alocado con su pelo raro y su tono de voz animado mezclado con comentarios inapropiados. Es todo un personaje.

-Un estado es la ignorancia -dice mientras anota en la pizarra-. Como la ignorancia de si mojareis este finde o no.

Toda la clase suelta un pequeño ruido de diversión. Sigue explicando y apuntando cosas con tiza mientras los demás tomamos anotaciones de sus disparates.

-Y por último está la certeza -hace un ademán un tanto dramático-. Como la certeza de que la chica que te gusta está con un maromo mejor que tú, Nil -señala al amigo de Corban y todos nos reímos levemente.

En cada clase cambia de objetivo de sus bromas, es divertido.

-Pero ella siempre vuelve a por más -se defiende Nil siguiéndole el rollo.

-Pues no sé si creerte -arruga la nariz mientras se sienta en su mesa de profesor-. ¿Qué número es ella?

-¿Número?

-De atractiva -aclara el profesor evidente.

-Un diez -responde con chulería, aunque todos sabemos que se está inventando la chica.

Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora