Capítulo 27.

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26 de abril

Mis dientes suenan como castañuelas, mi pelo chorrea por las puntas y mi ropa está empapada. Hemos hecho el trayecto en moto bajo una lluvia que no paraba de crecer. Y ahora estoy calada hasta los huesos.

Ajax envuelve su brazo a mi cintura para arrastrarme dentro del edificio. Sigo temblando incluso cuando entramos a casa de su abuelo.

En medio del salón me quita las cosas de las manos y las deja sobre el suelo de azulejos negros. Sus dedos tocan mi cara apartando el pelo. Su roce se siente cálido y dulce.

-Tienes los labios morados -comenta.

Su pelo está medianamente seco por el casco, pero todo lo otro está empapado. Su ropa se ve mucho más oscura cuando está húmeda. Todo parece aumentar sus propiedades cuando está mojado. Incluso sus labios parecen más besables.

-Tengo frío -respondo.

-¿Quieres tomar una ducha de agua caliente? -asiento enérgicamente y él sonríe-. Eso creía.

Coge mi bolsa chorreante y la cuelga de su hombro. Caminamos hasta su dormitorio y abre la puerta que creía que era el armario pero resulta ser un baño.

-Aquí tienes toallas, champú y gel de ducha -señala las cosas-. Lo que no tengo es suavizante o esas cosas que usáis las chicas.

No puedo evitar reír ante su comentario. De un modo extraño me parece dulce ver como, estando igual de empapado y frío que yo, se preocupa por que no tiene ningún producto para humectar mi pelo.

-Usaré el otro baño -avisa-. Si necesitas algo, dame un toque.

Se da media vuelta para dejarme a solas, pero lo detengo estirando de su camiseta. Me mira por encima del hombro un poco sorprendido.

-Gracias -digo haciendo que se le escape una pequeña sonrisa.

Cuando sale del baño, cierro la puerta con pestillo. Por muy dulce que esté siendo, no me fío de él. Sé que es capaz de entrar mientras me ducho y eso solo haría que muriese de vergüenza.

Me desnudo, dejo caer la ropa sobre la tapa del váter y me meto bajo el chorro de agua tibia. Una vez duchada, me envuelvo en una de la toalla azul que hay colgada. Huele maravillosamente bien.

Me escurro el pelo antes de abrir mi húmedo bolso y maldecir.

-No, no, no -suplico sacando prenda por prenda.

Todas mis cosas están empapadas. Mi pijama, mi ropa para mañana... Lo único que ha permanecido seco es mi ropa interior y mi teléfono móvil.

Me deslizo dentro de las braguitas azules de nubes y mi sujetador color blanco. Sé que no van a conjunto, pero no puede importarme menos.

Vuelvo a envolverme en la toalla y cojo aire para armarme de valor.

-Ajax -lo llamo, pero no obtengo ninguna respuesta.

Con cuidado saco la cabeza por la puerta del baño. No hay nadie en la habitación. Escucho de fondo música de The 1975. Salgo del baño con cuidado, y la toalla aferrada a mi cuerpo.

Cuando llego al centro de la habitación me detengo abruptamente. Mis manos no responden al encontrarme con la silueta de Ajax caminando por el pasillo en dirección al dormitorio. Solo lleva unos pantalones de deporte gris oscuro. Nunca lo había visto sin camiseta, y creo que estoy sufriendo una arritmia por su culpa. Sus abdominales están muy marcados, los tatuajes empiezan por sus hombros y llegan hasta las muñecas. Mi mirada se pierde en los peces que tiene tatuados, uno en cada hombro, de manera simétrica.

Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora