Capítulo 15.

5.3K 400 54
                                    

8 de marzo

Después de tanto comerme la cabeza resulta que Dan me ha enviado un mensaje diciendo que no puede quedar por que le han mandado un trabajo larguísimo para la universidad. Es como si supiese que le voy a decir que no nos volveremos a besar ni a salir del modo que antes hacíamos.

-¿Puedo pasar? -dice una voz detrás mío.

Rápidamente me giro, para mi sorpresa, Ajax me observa cruzado de brazos con una pose de impaciencia. No me puedo creer lo que estoy viendo. El malote antisocial de las cadenas ¡no lleva cadenas! En su lugar lleva un pantalón ancho de chándal de color gris y una sudadera negra. Ahora mismo estoy alucinando. Hay algo en mi mente que no logra conectar mientras me fijo en como la goma de los pantalones se ciñe a sus caderas y como luce con un look tan deportivo.

-Bonitos pantalones -dice con un poco de guasa.

Bajo la mirada a mis leggins negros sin entender a qué viene la broma.

-Lo mismo digo -sonrío con superioridad sin mostrar ser débil.

-Te daré un par de consejos -se acerca un paso a mi cerrando la distancia que nos separa, mi pulso se acelera levemente-. En primer lugar no te pares en medio de las puertas -ahora todo encaja, solo estoy en medio de su camino-. En segundo lugar no uses ropa interior de dibujos con unos pantalones que transparentan.

Mi cara hierve ante ese comentario. ¡Ha visto las caritas sonrientes de mi culotte! Solo puedo sentirme pequeña bajo su mirada seria que oculta diversión por avergonzarme.

-¡Pervertido! -exclamo en susurro tapando la parte de delante de mis pantalones con ambas manos.

-El problema no es delante -hace una mueca un tanto rara pero que es lo más parecido a una sonrisa que conseguiré de él en esta situación.

Mis manos van con rapidez a tapar mi culo. Lo fusilo con la mirada mientras un amague de sonrisa asoma por sus labios adornados con un aro plateado. Me sorprende que sonría dentro del instituto.

-¿Haces algo esta tarde? -pregunta con naturalidad quitándose la sudadera.

Por un segundo desconecto observando sus brazos llenos de tatuajes. Siento una gran curiosidad por saber si tienen algún significado o simplemente se los hizo por que las modificaciones corporales están de moda. Los tatuajes siempre me han fascinado de una manera que desconozco. Llevo meses queriendo hacerme uno, pero soy una llorica.

-Tengo planes -respondo al reconectar, sin dejar de mirarlo-. ¿Por?

-Por el trabajo -responde rodeando mis caderas con su sudadera.

Respiro con pesadez, inspirando y exhalando su aroma especiado que me envuelve por nuestra cercanía. Si me inclinase hacia adelante mi pecho chocaría con el suyo.

-Pensaba que tú no hacías educación física -comento muy bajito, con su cara a solo dos palmos de la mía y su mano atando las mangas de la sudadera en la parte de delante de mis caderas.

-No hacía por que no debía forzar el tobillo -responde demasiado cerca de mi oído, casi siento su aliento contra mi piel-. Hace unas semanas me hice un esguince.

Eso explica por qué necesita el trabajo para aprobar y por qué todos los días que tocaba esta asignatura él permanecía sentado en las gradas. Lo he prejuzgado todo este tiempo creyendo que no le importaba el instituto.

-Problema solucionado -dice dando una pequeña palmada a mi cadera-. Ya me la devolverás, dolça.

Me quedo impactada viendo como desaparece por la puerta que lleva al gimnasio. Miro para abajo, hacia su sudadera atada a la cintura, ocultando las caritas sonrientes de mi ropa interior. Toco una de las mangas sin poder creerme que haya tenido un gesto así conmigo. No es porque lo que haya hecho sea algo de otro mundo, pero es Ajax, alias hombre de acero sin una mínima sonrisa para los de su entorno y ha tenido un detalle que puede hasta considerarse tierno.

Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora