—Gracias por la ropa.
—Creeme, estoy disfrutandolo más yo que tú.
Pongo los ojos en blanco y acabo de abrocharme los vaqueros que Ajax me ha prestado para poder volver a mi habitación sin que las personas me miren mal.
Una vez lista me acerco a él y presionó mis labios en su mejilla para despedirme.
—No te vayas aún.
—Tengo que ir a mi habitación antes de que Ianthe despierte y encuentre a Xavi.
—No me parece justo que te aproveches de mi cuerpo y después no me prestes atención —lleva una mano a su pecho con dramatismo—. Ni segunda ronda, ni ducharnos juntos, ni leches. Me siento utilizado.
—Pobrecito, al final resultará que Ianthe tenía razón y eres un putito.
—Mujer cruel.
No puedo evitar reír y dar media vuelta con la intención de salir de la habitación con mis cosas en las manos. Grito sobresaltada cuando me acorrala contra la pared en medio del pasillo y me besa suavemente.
Unos minutos no le harán daño a nadie...
—Veo que no quieres que me vaya —río respondiendo a sus besos.
—No te pongas en ese plan.
—¿Qué plan? —enrollo los brazos a su cuello y me cuelgo.
—Ese de estoy buena y quiero que me digas las ganas que me tienes —pone voz aguda y yo solo soy capaz de reír y reír.
¿De verdad me he puesto así?
—Claro, las chicas de portada como yo necesitamos que nos lo recuerden constamente —digo con sarcasmo, adquiriendo una mirada coqueta.
Logro que ría y entonces vuelve a besarme, solo que está vez permite que nuestras lenguas se acaricien un poco.
Podría pasarme el día entero besandolo y no echaría en falta ni un poco el oxígeno.
Siempre creí que tener novio te limitaba y te hacía dejar de lado algunas cosas, pero la verdad no se siente así. Es como si Ajax fuese el complemento para el que siempre hay un hueco, sin tener que renunciar a nada más.
Pone las manos en mis caderas para alejarme cuando empiezo a trepar su cuerpo como un mono.
—Vete antes de que te ponga a cuatro patas —dice con esa sonrisa ladeada que hace aparecer un pequeñísimo hoyuelo—. Ya verás como tus gritos de antes serán susurros en comparación a los que darás.
—Mira que eres tonto —le doy un golpecito en el pecho. Una vez en la puerta me giro para mirarlo—. Y yo no grito.
—Sí lo haces.
—No lo hago.
—Que sí.
—Que no.
—Gritas —ríe—, pero eso me gusta.
Pongo los ojos en blanco.
Estoy segura de que no grito cuando lo hacemos.
—Nos vemos en el desayuno, grandullón —digo desentendiendome.
—Circe.
Giro el cuello para mirarlo y aprovecho para echarle un vistazo a sus abdominales.
Que hormonal que estoy.
—Dime.
—Esta ha sido una noche especial —parece más serio, pero aún así con la mirada alegre.
ESTÁS LEYENDO
Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]
Teen FictionCirce Mon es una joven de Barcelona en su último año de instituto que un día conoce a Ajax Lucas, el chico malo por excelencia. Atractivo, punk, con piercing, tatuajes y permanente expresión seria. El supuesto chico malo la sorprende con su personal...