Capítulo 12.

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25 de febrero

Cuando la moto se pone en marcha, lo aprieto más entre mis brazos. Sé que está riendo, aunque el aire no me deje oír nada.

Me lleva hasta las Corts. Bajo de la moto antes que él y le entrego el casco. Me ha gustado la sensación de libertad que produce esa máquina de dos ruedas. Ajax, con los dos cascos en mano, camina hacia el bar de enfrente. Lo sigo, cautelosa. Espero que no me haya traído a un antro de traficantes, porque de él no sé qué esperarme, la verdad.

Sostiene la puerta para que pase delante de él. Me doy cuenta de que es un bar bastante normal, de hecho un poco familiar.

Nos sentamos en una mesa. Me observa, lo sé. Puedo sentir sus pupilas clavadas en mi piel. No entiendo como a veces actúa como un chico normal y otras vuelve el gamberro antisocial harto del mundo.

Sé que todo se va a la mierda. Hay una crisis que nos llega hasta el cuello, nuestro gobierno no puede ser más corrupto, cada vez la clase trabajadora tiene más dificultades, mujeres mueren a diario siendo maltratadas por sus parejas y otras aberraciones. Pero no todos merecen ese pasotismo por su parte. Aún quedan buenas personas en este mundo. No me incluyo dentro de ese grupo, pero aún quedan. Sin ir más lejos, Corban, Ianthe y Dan lo son.

Yo estoy demasiado jodida para ser de ese sector.

Ajax se pone de pie al ver que un chico se nos acerca a toda pastilla.

-Hey, tío -grita emocionado, y en catalán-. Estabas desaparecido, cabrón.

-Ya sabes que he estado...liado -responde Ajax, también en catalán, haciendo un saludo de machos con el chico que se ha presentado.

El chico llama mi atención. Su piel es muy blanca, haciendo contraste con su pelo casi negro y ojos del mismo color. Da la impresión de ser un chico normal, quizás algo mayor que nosotros.

-Algo me han dicho. Vaya putada lo tuyo...-añade el pelinegro. De repente me mira, curioso-. ¿Quién es esta monada?

Me hace gracia el catalán que hablan. Tienen un acento un poco de Lérida mezclado con el barcelonés.

-Me llamo Circe -estiro el brazo y me da un apretón de manos.

-Sebastià -se presenta-. Llámame Seb.

Ajax me mira sorprendido. Es la primera vez que hablo en catalán con él delante. Se ve obligado a retirarme la mirada cuando le suena el teléfono.

-Ahora vuelvo -me dice en castellano.

-¿Qué vas a tomar? -Seb ya se ha dado cuenta de que Ajax me habla en castellano y también ha cambiado el idioma, pero no ha borrado su sonrisa.

En mi casa nunca se ha hablado catalán, lo aprendí en el colegio. Mi familia materna es medio francesa y medio gallega, digamos que soy la única que habla catalán. Carolina hace lo que puede y lo chapurrea con un acento un tanto raro, un poco afrancesado, la verdad.

-¿No lo esperamos? -pregunto mirando de reojo la espalda de Ajax, y por qué no confesar, un poco su culo.

-El tomará lo de siempre -se encoge de hombros.

Hojeo la carta rápidamente y decido sobre la marcha.

-Coca-Cola y pizza de pepperoni -pido sonriendo.

-Ahora te lo traigo, pelirroja -me guiña un ojo.

Me cae bien. Es un chico simpático, demasiado para ser amigo de Ajax.

Saco mi teléfono del bolso y marco el número de Carolina. Debo avisar que llegaré tarde, seguro que ya está pensando que me han abducido los alienígenas.

Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora