Lo más rápido que puedo cambio los pantalones de Ajax que llevo puestos por unos estrechos tejanos que encuentro en mi maleta. Si la gente va a verme, al menos que no se note tanto que me han prestado ropa después de una noche movidita.
Me calzo unas zapatillas y salgo corriendo en dirección al desastre que se debe estar armando. Me dispongo a llamar a la puerta pero Ajax, con cara de pocos amigos, se me adelanta.
—Lo voy a matar —gruñe intentando apartarme.
No sé que hacer, así que simplemente salto sobre él para que me coja. Agradezco que haya reaccionado o podría haberme dado un buen golpe.
Sin duda la mejor manera de distraerlo es con un beso, y me lo demuestra en cuanto me hace entrar en la habitación.
—Oh, Dios. No quiero sexo en vivo. Al menos no si Ajax es el protagonista —se queja Xavi.
—¿Nos dejas un momento a solas para hablar? —pido sin soltarme del tronco de Ajax.
—Me daré una ducha —dice antes de encerrarse en el cuarto de baño.
Los dos nos quedamos en silencio. Finalmente suelto el agarre de mis piernas en su cintura y pongo los pies en el suelo.
—Tenemos que hablar.
—No hay nada que hablar. Le voy a partir la cara a ese niñato —una de las venas de su frente esta hinchada—. Patearé su trasero. ¿Quién se cree para meterse en tu cama? Joder, voy a hacer harina con sus huesos.
Reconozco que se ve muy guapo cuando se pone celoso. ¡Pero ese no es el punto de la situación!
—No, no, no —digo una y otra vez—. No vas a matar a nadie, ni a partir caras, ni patear, y mucho menos hacer harina. No quiero que te metas en líos.
—¿Meter en líos? ¿Sabes que le meteré por el culo a ese mamón? La puerta, ¡y de canto! Que sufra.
—No lo harás —digo con chulería.
—Sí lo haré. Ese soplapollas quiere acostarse con mi novia, y eso no me hace ni puta gracia.
Entiendo su punto de vista pero no lo comparto. Lo último que debe hacer es moverse por la ira. Si una chica intentase algo con él estaría muy celosa, celosísima.
—¿Quieres que te expulsen? Estamos apunto de graduarnos, y una expulsión haría que tuvieses que repetir último curso. Me importas demasiado como para dejarte que cometas ese error. ¿Entendido?
Poco a poco baja la rojez de su rostro. Se toma un momento para respirar y yo aprovecho para aclarar mis ideas. Necesito hacerlo entrar en razón. Cuando se pone tozudo solo se me ocurre distraerlo, así que me acerco más y más a él. Paso las manos por sus brazos y su espalda para relajarlo.
—No dejes que una tontería así te afecte. Hablaré con él y aclararé la situación. Le diré que el único que me interesa eres tú, pequeñín.
—Pequeñín no —dice serio—. Soy grande, muy grande.
No puedo evitar reírme. Me siento importante por haber logrado que se calme. Es enorme pero para mí es mi pequeñín.
—Claro que sí, grandullón —digo acariciando su pelo, que últimamente parece haber crecido una barbaridad.
—La próxima vez que intente algo con mi chica se ganará un puñetazo.
Después de la conversación que pienso tener con Nil, si vuelve a intentar algo de este calibre, se merecerá el puñetazo.
Si hubiese estado en mi cama, en lugar de en la de Ajax, me hubiese sentido violentada. Se metió en mi cama mientras creía que yo estaba dormida. Da un poco de grima.
—Pero por ahora...—digo con una sonrisita—. Te has ganado un beso por guapo y comprensivo.
Reconozco que ni de broma soy tan melosa pero de alguna manera debo apaciguarlo. Las opciones son ponerme cariñosa o distraerlo con sexo, y debo decir que aún me duelen los músculos.
Así que vuelvo a ponerme de puntillas para besarlo pero sus brazos me agarran de la cintura y toma toda la iniciativa. Antes de darme cuenta su lengua hace acto de presencia y hace desaparecer todo de mi mente. Algo me dice que está descargando toda la energía y rabia acumulada en mi. No me quejo. Mejor que se desfogue con un beso caliente a que le parta la cara a alguien. El problema llega cuando el beso pasa de caliente a explosivo. No es difícil percatarse del bulto en sus pantalones, ni de como se restriega contra mi vientre. Tampoco hay que ser un lumbreras para saber que yo también empiezo a sentir los efectos del beso.
—¡¿Es que no podéis estar quietos?! ¡Hay más cosas a parte del sexo! —grita Xavi, y solo eso logra que nos separemos.
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¡Hola! He tardado un poco en subir pero era porque quería hacer sufrir a Churra.
Próximamente volveré a subir capítulo, así que no diré gran cosa.
Decidme cuál creéis que será el tema del próximo capítulo.
Un beso
Ina
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Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]
Teen FictionCirce Mon es una joven de Barcelona en su último año de instituto que un día conoce a Ajax Lucas, el chico malo por excelencia. Atractivo, punk, con piercing, tatuajes y permanente expresión seria. El supuesto chico malo la sorprende con su personal...