Mr. Tabú y otras drogas [MTOD]

Capítulo 30.

Aviso: el capítulo no está corregido porque es tarde y me da pereza. Pueden haber incoherencia y faltas de ortografía.

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11 de mayo

Me quita el móvil de las manos y lo esconde detrás de su espalda. Mi cara de incrédulidad debe ser épica.

-¿Qué mierda haces?

-Solo media hora -sonríe para intentar convencerme.

Bufo exasperada.

Es tan bipolar. Primero es un cabrón y ahora me suelta su lado encantador. Los hombres son muy complicados.

-Está bien -cedo-. Pero devuélveme el teléfono.

-Por un besito.

-Deja las gilipolleces, Ajax.

Puede que cuando estoy enfadada o dolida sea una completa perra. Pero él se lo ha buscado. Lo invité a mi cumpleaños con toda la ilusión del mundo y él no pudo ser más capullo.

¡Qué le peten el culo!

Me mira asombrado, pero me devuelve el teléfono. Sonrío en respuesta. Me lo estoy pasando en grande desconcertándolo.

Me siento en una esquina del sofá. Él lo hace justo al lado. Me pongo nerviosa por nuestra cercanía, pero no lo alejo. Es reconfortante sentir su olor. Cambio de canal con el mando a distancia, los dibujos animados son sustituidos por una película de terror.

-No sabía que eras una chica de terror -dice con una pequeña sonrisa.

-Nunca lo has preguntado.

Su rosto adquiere seriedad en pocos pero largos segundos. No me gusta sentir este rencor hacia él.

-¿Te pasa algo?

¿Le digo la verdad? ¿Le cuento que su rechazo me ha sentado como una maldita daga?

Miento, porque es lo fácil.

-Estoy cansada. La prueba de acceso se acerca y siento que no me esfuerzo lo suficiente.

Si que estoy preocupada por los exámenes, pero es un tema que tengo controlado. Y lo que más abunda en mi es decepción. Decepción porque me había hecho ilusiones con él. Creí que era un pedacito importante de su vida, pero cada vez tengo más la sensación de que solo soy una distracción pasajera.

-Te noto estresada, pequeña.

Sus labios se presionan en mi mejilla como una leve caricia. Es como un pequeño destello de luz del Ajax que me gusta, por el cual haría tantas locuras como me pidiese.

-Piensa en que se acercan las vacaciones y prometo que veremos todas las películas de terror que quieras.

Me roba una sonrisa. Ese plan suena increíble y perfecto.

-¿Las que yo quiera?

Asiente.

Quiero besarlo. Con esa pequeña sonrisa hace que no sea capaz de pensar en otra cosa que no sean sus carnosos labios.

-Me gusta como suena -confieso.

Le doy un pequeño beso en el hombro. Se lo toma como una señal de luz verde, y en parte lo es. Me rodea con el brazo para acercarme más con esa típica táctica de hombre. No opongo resistencia, simplemente subo las piernas a su regazo.

Me encanta como se siente el calor de su cuerpo bajo la tela de su camiseta, y las caricias que sus dedos me dan con disimulo. Casi me hacen olvidar lo decepcionada que estoy.