Capítulo 18

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Isabella se dirige a las oficinas de Giorgio Cavanni. Entra al amplio edificio y se asombra al ver la decoración. ¡Parece un hotel! En frente de la puerta ve el mostrador de recepción y se acerca mientras observa los cuadros, los sofás y todo lo que decora la entrada.

- ¡Buenos días! – saluda Isabella con una gran sonrisa. La recepcionista le mire y le sonríe.

- ¿Qué desea? – pregunta amablemente la chica rubia con el pelo bien recogido.

- ¿El despacho del señor Giorgio Cavanni?

- En el cuarto piso. Nada más salir del ascensor, giras a la derecha y en la tercera puerta está – responde.

- Muchas gracias, Trish – agradece Isabella al leerle su placa con el nombre.

- De nada.

Presiona el botón del ascensor y espera a que llegue a la planta baja. El número de arriba indica que está en el quinto piso, lo que sorprende a Isabella. ¿Cuántos pisos tiene esto? En la espera, se acerca un chico alto, moreno, con barba de tres días y unos preciosos ojos azules, capaces de enloquecer a cualquiera. Es jovencito y más alto que Isabella.

- ¡Buenos días, señorita! – saluda educadamente.

- ¡Buenos días!

El ascensor abre las puertas y ambos entran.

- ¿A qué piso va? – pregunta el chico.

- Al cuarto – responde Isabella.

- Cómo yo! – Presiona el botón del cuarto y las puertas se cierran – Por cierto, soy Tiziano.

- Isabella. – Se estrechan la mano – Encantada.

- El placer es mío – le sonríe.

- ¿Eres de aquí? – le pregunta Isabella para no estar en un silencio incómodo.

- No. Soy de Nápoles.

- ¿¡Qué!? ¿Cómo? – le pregunta Isabella sorprendida. Nunca le había visto y sería raro no acordarse de un chico tan guapo - ¡Yo también soy de Nápoles – se ríe –. Pues no te he visto antes.

- Es que con doce años me mudé a Roma y ahora estoy aquí por cuestión de trabajo – dice Tiziano.

- Yo también estoy aquí por motivos laborales – sonríe Isabella al compartir ese motivo con él.

De repente, un estrepitoso ruido asusta a los dos jóvenes. El ascensor se ha quedado parado y la luz ha desaparecido. La única luz que ilumina el reducido espacio es el de la luz de emergencias.

- Se ha ido la luz – informa Isabella asustada. Recuerda que hoy estaba nublado y tronaba.

- ¡Socorro! ¡Ayuda! – grita Tiziano desesperado mientras pulsa el botón de emergencias del ascensor.

- ¿No serás... - se detiene al ver a Tiziano nervioso, sentado en la esquina del ascensor - claustrofóbico?

- Sí, lo soy – responde Tiziano temblando.

Isabella se sienta a su lado y le abraza. Nota el miedo en los ojos de Tiziano y teme que le entre una crisis de ansiedad.

- Tranquilo. Enseguida nos sacaran. No creo que tarde mucho en volver la luz – le tranquilizo -. Respira profundo. Inspira. Expira. Inspira. Expira. – Tiziano controla su respiración al ritmo de las indicaciones de Isabella, que hace los movimientos respiratorios junto a su acompañante.

Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora