Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //

Capítulo 43

La prensa ya ha publicado sobre lo ocurrido ayer por la noche y no han tardado en recordar el incidente pasado con Marcello y Andrea, aunque ya han cambiado la versión falsa que publicaron, a la verdadera.

Todos se quedaron sorprendidos porque los dos integrantes de Il Volo declararon su amor a la vez, lo que hizo que las fans enloquecieran y comentaran lo que les pareció esa aparición. Hay comentarios buenos y malos, pero Isabella ha decidido que no los va a leer para no sentirse mal. Gianluca le ha aconsejado eso, también.

Ojos que no ven, corazón que no siente.

Y ella solo quiere ver a Gianluca y sentirle. Ya está más liberada pues no se tiene que esconder si quiere abrazarle, no tiene que controlar sus impulsos y no tiene que reprimirse las ganas de agarrarle de la mano.

Aunque después de lo bueno, viene lo malo: empieza la gira y se tienen que separar. Ese tema lo van a soportar peor, porque los dos se necesitan mutuamente. Gianluca no quiere pensar en eso todavía, pero, en realidad, le quedan dos días antes de irse de gira italiana durante una semana, para después viajar al otro continente.

Ahora tienen que disfrutar del poco tiempo que les queda juntos, por lo que Gianluca ha decidido un plan que le maravilla a Isabella. Están en el Centro de Hípica de Abruzzo, donde se realizan paseos a caballo.

- ¿A dónde me llevas, Gianluca? -pregunta Isabella mientras camina con los ojos vendados y guiada por las manos de Gianluca.

- ¡No seas impaciente! -le riñe Gianluca riendo. Se escucha el relinche de un caballo e Isabella se para en seco, haciendo que Gianluca se detenga.

- ¡Ahhhh! ¡Caballos! -salta emocionada aplaudiendo mientras Gianluca le observa disfrutando de que le guste la sorpresa. -Me encanta. ¡Ay, qué guay! ¿Ya puedo quitarme la venda?

- Sí, el caballo ha delatado mi sorpresa -responde Gianluca y le suelta el nudo.

- ¡Vamos a vengarnos del caballo! -bromea Isabella mientras le coge de la mano.

Llegan al establo, donde sale la guía del paseo, Marta y se presenta dándoles la mano. Les muestra a los caballos en los cuales se van a montar e Isabella vuelve a saltar de la alegría y morir de amor cuando le toca el caballo negro. ¡Es su favorito!

Marta les explica cómo deben subirse al caballo y en qué posición se está encima de él durante el trayecto y los dos las cumplen. Se montan en el caballo y, por instinto y entrenamiento, los caballos siguen a la guía con su caballo.

Empieza el paseo.

Andar con un caballo produce una sensación de libertad, tranquilidad y es agradable. Además, las preciosas vistas que les acompañan hacen que disfruten más de esta experiencia. Comienzan a andar a trote y tienen que sujetarse fuerte a las riendas y mantener la posición indicada para no caerse.

Isabella resopla aliviada cuando dejan de trotar, porque se estaba inclinando a un lado y temía caerse, pero ese miedo vuelve a aparecer cuando cabalgan otra vez y tiene la misma sensación de caerse para un lado. Intenta colocarse bien en la montura pero es difícil cuando tienes a un caballo corriendo. Con todas sus fuerzas lucha por no caerse y mantener el equilibrio mientras está un poco inclinada. Y, mientras, Gianluca se ríe para sí mismo cuando la ve, ya que la tiene delante.

Gianluca, en cambio, parece que ha montado a caballo desde pequeño y que lo domina. Se siente tan bien que no quiere que se acabe. No puede describir lo que siente pero es algo mágico y compartirlo con Isabella hace que ese momento sea más bonito aún.