Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //

Capítulo 50

Paolo e Isabella visitan el centro comercial para comprar adornos navideños. Ya empiezan a decorar los pasillos del centro con adornos navideños. Aunque a Isabella le viene un sentimiento de nostalgia, porque será la primera navidad que pase fuera de Nápoles, se anima al ver la ilusión de su mejor amigo, que es contagiosa.

Compran: dos árboles pequeños de Navidad, un montón de luces, bolitas, muñequitos para el Belén... Además, aprovechan para comprarse ropa para el invierno, que amenaza con ser más frío que anteriormente.

Entran a casa de Isabella con todas las bolsas que le pertenecen a ella. No se había dado cuenta de que había comprado mucho hasta que ha puesto todas las bolsas en el sofá. Quizás se haya pasado, pero ya no hay vuelta atrás.

- ¿Te quedas a comer? –dice Isabella más que preguntando, asegurándolo.

- Sí. No tengo nada que hacer –Paolo hace una mueca.

- Pues te toca preparar la comida –dice Isabella riendo.

- ¡Cómo te aprovechas! –bromea Paolo entrando a la cocina.

- Yo pongo la casa, los platos, la comida... Y tú la haces –Isabella se encoge de hombros –. Es un trato justo.

A Paolo no le importa cocinar porque le encanta. Además, cuenta con la ayuda de Isabella que le va pasando los ingredientes para preparar a una lasaña. Mientras que la lasaña se está haciendo, Isabella prepara la mesa.

- Tengo pensado visitar a Gianluca en Madrid –informa Isabella cuando comienzan a comer.

- ¿Cuándo es el concierto?

- El 15 de Diciembre.

- En dos semanas –concreta Paolo.

- Sí. Tenemos puente en la Universidad y lo puedo aprovechar para estar con él.

- Me parece muy bien –Paolo le sonríe –. A Gianluca le va a hacer mucha ilusión estar contigo.

- Lo sé, pero...

- Pero ¿qué? –interrumpe Paolo.

- ... pero también estaba pensando si visitar a mi abuela.

- Todo no puedes, amiga.

- Ya, pero está decidido: voy a ver a Gianluca, porque a ver a mi abuela me puedo escapar cualquier fin de semana, ¿no? –pregunta dudando.

- Sí. Estás más cerca de ella de lo que estarás de Gianluca.

- Por eso –asegura Isabella –. Quizás este fin de semana vaya a Nápoles.

- ¿Y verás a tu madre?

- No lo sé –se encoge de hombros –. Supongo que sí, porque visitaré a mi padre y a mi hermano y ella estará con ellos.

- Quizás ya se ha pensado mejor las cosas y ha recapacitado.

- No creo –niega con la cabeza –. Ya me hubiera llamado para hablar del asunto y la única llamada que recibí fue cuando la pelea de Marcello y Andrea y le colgué porque no quería hablar con ella...

- Bueno, si la ves, mantén la calma y no busques pelearte con ella. Si ella hace algo para enfadarte, no saltes. Es lo que ella quiere –le aconseja Paolo.

- Lo intentaré, pero será difícil... Encima estará enfadada porque le colgué y no le gusta que le cuelguen –hace una mueca –, pero es que me da rabia. No me llama en meses para comprobar si estoy bien o mal ¿y me llama por una falsa noticia? ¿Para marujear sobre mi vida? ¡No, gracias! –explica Isabella.