Capítulo 40

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Isabella se levanta con más ánimo, a pesar de que sabe que tiene que encarar a Andrea para pedirle una explicación. Abre los ojos y ve los brazos de Gianluca abrazándole y sonríe instintivamente. Se deshace lentamente del brazo de su novio para no despertarle y se incorpora.

- ¡Buenos días, princesa! -dice Gianluca con voz ronca - ¿Qué tal has dormido?

- Bien -le responde volviéndose a él. Gianluca se estira para que Isabella le bese y se besan -. Ahora preparo el desayuno.

- No te preocupes, quédate aquí. Yo lo preparo.

- Gian, ya has hecho mucho por mí.

Gianluca va a cuatro patas por la cama hasta llegar al final de ésta y coger de la cintura a Isabella, que se encuentra de espaldas, para tirarla a la cama. Una vez que está tumbada, le hace cosquillas, otra vez, a la vez que le dedica tiernos besos por los brazos. La guerra de cosquillas en la que solo participa uno, acaba con Gianluca encima de Isabella. Sus ojos conectan y algo indescriptible recorre sus cuerpos, haciendo que se besen. Gianluca se para a escasos centímetros de los labios de Isabella.

- Cada vez que te miro, siento miles de mariposas recorriéndome el cuerpo entero; siento que estás hecha para mí; que contigo nada puede vencerme. Soy más fuerte si te tengo a mi lado. Me encanta cuando nuestras miradas se encuentran y conectamos de una forma indescriptible. Te quiero, princesa -Gianluca le vuelve a besar.

- Te amo, bambino -Isabella le sonríe.

- ¿Bambino? -pregunta Gianluca riendo, pues nunca antes le había llamado así.

- Sí. Será tu nuevo mote -le informa Isabella sonriendo -. Yo te bautizo por el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo -bromea Isabella imitando con la mano los gestos del cura cuando bautiza a un bebé. Gianluca no para de reírse.

- Me gusta, pero preparo yo el desayuno.

Y como un niño pequeño, sale a todo correr de la cama y se dirige a la cocina. Isabella observa divertida la situación y se ríe para sí misma. ¿Qué haría sin Gianluca?

Se pone las zapatillas de casa y baja a la cocina, donde Gianluca ya ha avanzado con el desayuno. Se acerca a él y le abraza por la espalda. A Gianluca le gusta que le abrace así y disfruta del abrazo, dejando la leche a un lado.

- ¿Qué voy a hacer cuando te vayas de gira? -le pregunta Isabella tristemente y Gianluca se da la vuelta y le coge de las manos.

- Vas a estar bien -le asegura -. Cuando tenga días libres, voy a venir a visitarte, te lo prometo -le acaricia la mejilla y le sonríe -. Si tienes fiesta, me dices y yo te compro los billetes para que me visites a mí.

- De eso nada -niega Isabella -. Yo me pago mis billetes.

- ¿Cómo voy a dejar que mi novia se gaste dinero para venir a verme?

- Porque yo te quiero por cómo eres, no por tu dinero. Además, no me importará gastármelo -le garantiza.

- Isabella, has venido aquí por mí; te has cambiado de Universidad por mí; estás trabajando en algo que no te gusta para poder vivir aquí. Déjame que te devuelva todo lo que estás haciendo por mí regalándote los billetes.

- No te vas a salir con la tuya -le advierte Isabella riendo -. Si he hecho todo esto es porque te quiero y quiero estar junto a ti. No me has puesto una pistola en la cabeza y me has obligado hacerlo. No. Además, puedo permitirme pagar los pasajes, otra cosa es que no tuviera dinero...

Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora