Capítulo 32

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Al día siguiente, Gianluca se despierta con los rayos de luz que penetran por las ranuras de la persiana. Abre lentamente los ojos y tarda escasos segundos en caer en que Isabella no está en la cama.

Se rasca la cabeza mientras se incorpora y se sienta en la cama apoyado en la pared. Justo cuando gira el despertador para ver la hora, Isabella entra apurada a la cama.

- Me he quedado dormida y no voy a llegar a la Universidad –dice Isabella mientras se dirige rápidamente al armario –. Eso me pasa por estar contigo –bromea.

Gianluca se ríe mientras observa cómo su novia saca ropa del armario, la mira por un milisegundo y la vuelve a dejar tras un gesto de desagrado. Así hasta que consigue el modelo perfecto: un pantalón de chándal cagado de color gris, con una camiseta ajustada blanca, una sudadera gris y unas deportivas blancas.

- ¡Dios! ¡No voy a llegar! –dice Isabella preocupada mirando la hora en el despertador mientras se pone las deportivas. Lo hace tan rápido que se ata mal los cordones. – ¡Qué asco! ¡Cuánto más prisa tengo, más mal me salen las cosas!

- Vísteme despacio, que tengo prisa –le aconseja Gianluca riendo.

- Aggg.

Isabella termina de vestirse y se acerca al escritorio para meter la carpeta a la mochila. Comprueba que no se deja nada y se echa la mochila a la espalda.

- Luego nos vemos, cariño –Isabella se acerca a darle un beso rápido y se va corriendo.

- ¡Cuidado con la carretera! –le advierte Gianluca gritando para que Isabella le escuche.

Gianluca escucha el sonido de la puerta y se levanta. Baja a la cocina en calzoncillos y. Calcetines le saluda nada más aparecer en la planta baja. Gianluca se agacha a acariciarle y a jugar un rato con él. Calcetines le sigue hasta la cocina. Tras desayunar, se viste y cuando está a punto de abandonar la casa, ve en la cesta de la entrada las llaves de casa de su novia.

- ¡Qué despistada! –dice riendo para sí mismo mientras coge las llaves.

Y es normal que se las deje, con las prisas que llevaba. Luego, Gianluca decide pasear al perro, porque supone que Isabella no ha tenido tiempo de hacerlo y necesita hacer sus necesidades. Gianluca busca la correa y el collar y se lo ata.

Después de la Universidad, Isabella pasa a casa de Gianluca para recoger sus llaves, tal y como había quedado con él. Entran a la cocina para estar un rato solos, ya que los padres de Gianluca se encuentran en el salón.

- ¿Por qué no te quedas a comer? –le sugiere Gianluca.

- Porque tengo comer rápidamente para ir a las oficinas de Cavanni. Me ha llamado esta mañana para que vaya a hablar y a ensayar para el desfile de dentro de dos semanas –responde Isabella apoyándose en la mesa.

- ¿De modelo? –pregunta Gianluca dudoso –Pensaba que solo era para ayudar a tu abuela...

- ¿Y cómo crees que me voy a mantener aquí? –pregunta Isabella sarcástica –No tengo dinero para alquilar la casa y pagar la Universidad sino es haciendo eso...

- Podrías buscar otro trabajo –le dice Gianluca un poco molesto. No le gusta la idea de que trabaje de modelo.

- ¿Por qué te molesta tanto? –Isabella se cruza de brazos y le mira a los ojos. Gianluca se revuelve el pelo, nervioso. – ¿Por qué? –insiste Isabella.

- Porque no me gustaría que te enamoraras de esos cuerpos perfectamente esculpidos, con sonrisas que hipnotizan y ojos que te hacen perder la cabeza –responde rápidamente y elevando un poco la voz.

Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora